La etapa inaugural de la Universidad
En el espacio del desayuno de Tandil Despierta, la contadora Gloria Vannoni y el médico veterinario Pedro Gustavo Carreras, primeros alumnos de sus respectivas facultades, relataron las historias de esfuerzo, incertidumbre y apoyo comunitario que forjaron la Universidad Nacional del Centro.
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Económicas: profesores "viajeros" y una apuesta de vida
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailGloria Vannoni recordó que Económicas fue la segunda facultad en crearse, después de Humanas. En 1965, mientras terminaba el secundario en Tres Arroyos, la noticia de la Institución académica en Tandil cambió su destino.
"Nos vinimos con un compañero de Tres Arroyos a conocer a Sarini. La universidad daba clases en la calle Rodríguez 1348", relató Vannoni. Contó que, aún estando en quinto año, presenciaron una clase de álgebra del ingeniero Masmela y el entusiasmo fue inmediato. "Decidimos en el año siguiente, año 66, iniciar en Tandil estudios universitarios", afirmó, destacando que para ella significó volver a su ciudad natal.
Describió un sistema académico sostenido por la pasión. "Los profesores eran todos de la UBA", explicó. Sarini había gestionado la llegada de "docentes viajeros", jóvenes profesionales que venían cada 15 días a dar clases teóricas, complementadas por referentes locales para las prácticas. "Tenían 30 años, nos llevaban 10 años, pero la verdad que tuvieron ellos tanta pasión como nosotros", subrayó.
Veterinarias: La idea que Sarini estaba esperando
La historia de Gustavo Carreras sobre el origen de Veterinarias reveló que la facultad nació, literalmente, de la iniciativa de dos jóvenes estudiantes. En 1968, tras no lograr ingresar a La Plata por el cupo, Carreras se encontró en Tandil con Guillermo Álvarez Reina, quien había vivido una situación similar.
"Salió la idea de tener una facultad de veterinaria acá en Tandil", contó Carreras. Álvarez Reina conocía a Sarini y ambos, con 18 y 19 años, fueron a proponerle el proyecto. "Fuimos a Pinto 348. Nos recibió al ratito no más. Le comentamos lo que nos había pasado, la idea que teníamos, y nos dijo: 'Estaba esperando que de las fuerzas de Tandil surgiera una idea como esta'".
Sarini no perdió el tiempo. "Nos dijo: 'Chicos, armen una comisión con compañeros de ustedes y salgan a los últimos años de las escuelas de acá de Tandil a comentar el hecho, a promocionar la posibilidad'", recordó el veterinario. Volvieron un mes después con unas 100 firmas. Para ese entonces, Sarini ya había hecho contactos en La Plata y Buenos Aires. La idea surgió en marzo/abril del 68 y el 2 de mayo de 1969 recibieron la primera clase.
La lucha contra la incertidumbre y el apoyo de la ciudad
Ambos pioneros coincidieron en la "incertidumbre" permanente de esos años. Vannoni habló de una "lucha" constante por el reconocimiento (primero como universidad privada) y recordó cómo Sarini los arengó cuando algunos compañeros desertaron: "Nos hizo una arenga respecto de que si esto que él estaba haciendo no era defendido con presencia por los jóvenes de Tandil, ¿para quién lo estaba haciendo?".
Carreras describió un escenario "idéntico". El factor económico era la principal amenaza. "Los profesores se fueron agregando a medida que avanzábamos en la carrera. Terminábamos primero y había que salir a buscar los profesores de segundo año", graficó.
El financiamiento dependía de toda la comunidad. "Yo he recorrido manzanas tocando timbre y convocando a los vecinos a que pusieran una cuota como si fuera un socio adherente de un club", relató Carreras. "Algunos te decían: 'Bueno, yo lo hago porque un día voy a tener nietos'".
Las clases se dictaban en espacios prestados: los laboratorios del Colegio San José, un salón arriba del Automóvil Club, el Club Español y hasta "un taller mecánico en Alem, donde teníamos la sala de necropsia".
El crédito educativo "espontáneo"
La anécdota más reveladora del esfuerzo fue la que permitió cursar el último año de Veterinaria. "Llegamos al cuarto año y no sabíamos si íbamos a poder cursar quinto. ¿Cuál fue la solución? Se gestionó un crédito en el aquel momento Banco Ganadero y nos dieron un crédito individual a cada uno de los alumnos. Con esa plata se contrataron los profesores del quinto año", detalló Carreras. "Nos recibimos y cada uno después fue pagando en cuota el crédito. Fue un modelo de crédito educativo espontáneo".
El legado: De Sarini a Cruz y el Campus que era un tambo
Los exalumnos destacaron que, tras la etapa fundacional de Sarini, la llegada del Dr. Cruz fue clave. "Nadie mejor que el doctor Cruz para reemplazar a Osvaldo Sarini. Para mí fue caído del cielo", opinó Carreras.
Gloria Vannoni, quien trabajó en la administración de la universidad durante la etapa de nacionalización, recordó cómo Cruz impulsó la idea del Campus. "Un día nos cuenta que salió a cenar con el Dr. Takini (de la CIC) y nos dijo: 'Creo que puse una buena semilla, le puse a Takini en la cabeza la idea de que Tandil tenga un campus'. Nosotros dijimos: '¿Qué es un campus?'", relató entre risas. En tres o cuatro meses, el predio fue convocado, elegido y adquirido.
Gustavo Carreras cerró con una imagen poderosa de esa visión: "Cuando fuimos al campus a revisarlo, era un tambo. Estaba lleno de árboles, todo el campo con alambrado eléctrico y las vacas del tambo ahí. Ver lo que es eso ahora te da la pauta de lo que se ha desarrollado. Y el artífice de eso, que hay que reivindicarlo, es el arquitecto Alberto Flores, que le dio el estilo".