Ramiro Ruano: "Somos una segunda familia que trabaja para los vecinos"
El jefe del cuartel de bomberos voluntarios de Gardey, Ramiro Ruano, compartió detalles sobre el crecimiento de la institución, la importancia de la capacitación constante y el fuerte vínculo con la comunidad.
Durante el espacio del desayuno en el programa Tandil Despierta, que se emite por Eco TV y Tandil FM 104.1, Ramiro Ruano, jefe del cuerpo de bomberos voluntarios de Gardey, ofreció una mirada profunda sobre el trabajo diario, los desafíos y los logros de un cuartel joven pero en pleno crecimiento.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailDesde sus inicios en 2018, impulsado por un grupo de vecinos, hasta la actualidad, la institución ha triplicado su personal y equipamiento, consolidándose como un pilar fundamental para la seguridad de la localidad.
El cuartel de Gardey consiguió su operatividad en 2022, comenzando con un único autobomba. "Las necesidades operativas de conocimiento y crecimiento dentro del cuartel son muchas", admitió Ruano. Hoy, la realidad es muy diferente.
Gracias al apoyo de empresas como Nutrien, que en 2023 donó una camioneta 4x4, y al esfuerzo de la comunidad, el cuartel ha crecido exponencialmente. "En estos 3 años duplicamos la cantidad de personal y te diría que triplicamos la cantidad de vehículos y de materiales", afirmó con orgullo. De los nueve bomberos que iniciaron, hoy el cuerpo cuenta con 19 miembros, hombres y mujeres por igual.
Hoy, el cuartel está preparado para enfrentar dos siniestros en simultáneo, algo impensado en sus comienzos, cuando dependían del apoyo de los cuarteles de Vela, Villa Italia y Tandil.
El motor voluntario y el sostén de la comunidad
Ruano fue claro sobre qué se necesita para ser bombero voluntario: "Tiene que dar la vocación, la empatía y las ganas de colaborar". Si bien la convocatoria en una localidad pequeña puede ser un desafío, el apoyo de los vecinos ha sido constante.
La institución se mantiene gracias a un sistema mixto: aportes de Nación, Provincia y Municipio para equipamiento e infraestructura, y el invaluable sostén de la comunidad a través de rifas, fogones y bingos. "Ese es el aporte que para nosotros nos genera cierto afecto, porque en sí estamos para ellos y dependemos de ellos", reflexionó.
Cuando ocurre un siniestro, la convocatoria se realiza a través de una aplicación y todos los miembros tienen llave del cuartel para acudir de inmediato, dejando sus trabajos y familias. "Nos dividimos en distintas guardias para que siempre haya una guardia operativa de entre seis y ocho bomberos permanentes", detalló sobre la organización diaria.
La familia: el pilar fundamental
Un aspecto que Ruano quiso resaltar fue el rol crucial de las familias de los bomberos. "Las familias son prácticamente más bomberos que nosotros", aseguró. Desde facilitar una salida rápida durante una emergencia hasta colaborar en eventos para recaudar fondos, su apoyo es incondicional.
"Nosotros cuando salimos a un siniestro no sabemos a qué hora vamos a volver, sabemos que vamos a volver todos, eso seguro", comentó, reconociendo la preocupación que viven sus seres queridos. "Si no fuese por el sacrificio y por el apoyo que tiene la familia, sería imposible".
A lo largo de la entrevista, Ruano se refirió constantemente a sus compañeros, evitando la palabra "subordinados". "Trabajamos todos a la par. El hecho de que yo sea jefe no me desliga de las tareas de barrer, limpiar o engrasar el autobomba", explicó.
Este compañerismo es lo que permite que el equipo funcione. No hay una "figura de la cancha"; el éxito radica en el trabajo conjunto. "Si un bombero tiene alguna falla o titubea con algo, está el compañero ahí tapando ese bache y se complementan uno con otro", concluyó. El cuartel, más que un lugar de trabajo, es "como una segunda familia".