Carrillo: la crisis del transporte publico y los desafíos que atraviesa el peronismo

Carrillo comenzó con el impacto directo del aumento del boleto en los salarios de los ciudadanos, citando el ejemplo de una empleada del hospital que destina $60.000  mensuales de un ingreso de $650.000 al transporte, lo que representa una carga significativa y un problema "muy extendido en muchos sectores de la población". Lamentó que iniciativas como el "boleto obrero" solo cubran una parte del gasto y que la figura del "pasajero frecuente" haya quedado acotada a un porcentaje ínfimo de los 40.000 usuarios diarios de Tandil.

El concejal explicó que la crisis del transporte no es solo un problema de los usuarios, sino también de las empresas y los trabajadores. Las compañías de colectivo se ven afectadas por la eliminación del fondo compensador y el aumento del 600% del impuesto a los combustibles por parte del gobierno nacional, lo que demuestra un retiro del Estado de la política benefactora, pero no de la interventora. Además, desmitificó la percepción de que los choferes tienen salarios elevados, señalando que sus ingresos no son tan altos, especialmente considerando la responsabilidad y las largas jornadas laborales. Carrillo criticó la demora del Concejo Deliberante en definir la tarifa y la inacción del gobierno municipal, que es el órgano de aplicación del pliego del transporte público y no ha emitido explicaciones sobre la situación o las modificaciones en las frecuencias. Subrayó que el municipio "no puede cortar el servicio a las 22 unilateralmente" y que debe haber una explicación oficial. Para mitigar la crisis, propuso un estudio por línea, escuchar a choferes y usuarios, y la creación de un consejo consultivo para abordar el problema de manera participativa, lamentando que su propuesta de "boleto obrero" fuese rechazada en comisión. En este sentido, un oyente sugirió que una "mentalidad empresarial" debería buscar mejorar el servicio para atraer más clientes y amortizar gastos, en lugar de elevar el boleto a cifras inviables.

En el plano político, Carrillo compartió su visión sobre la situación del Peronismo y la figura de Cristina Kirchner. Tras un viaje a La Plata para reuniones de gestión en deportes, aprovechó para encontrarse con intendentes y fortalecer el espacio de Axel Kicillof, “Derecho al Futuro”, con reuniones semanales y la planificación de un plenario en Tandil. El concejal admitió que la mayoría de los adherentes al peronismo se encuentran "esperando a la expectativa de que pase algo que lo vuelva a convocar, que lo vuelva a enamorar, que lo vuelva a entusiasmar" tras gobiernos que consideró "malos" (Macri, Alberto, Milei). Resaltó la "gran responsabilidad" del peronismo de "volver a generar entusiasmo y convocatoria" para el país.

Finalmente, sobre la interna del PJ en Tandil, Carrillo reconoció que, si bien todos hablan de "unidad", el desafío es que "todos quieren poner el primer candidato". Propuso una "tabula rasa" dentro del peronismo local para incluir a sectores que han estado marginados y, de no lograrse un consenso total, buscar fórmulas como las "boletas colectoras" para evitar una "fractura política total" y maximizar el potencial de los votos. Concluyó que, a pesar de las dificultades, hay una "pequeña expectativa" en la gente y la necesidad de que el peronismo genere una "agenda que tenga que ver con los problemas reales" del país. Reconoció la "crispación, debates" internos, pero enfatizó la necesidad de encontrar la "ingeniería para que todos los espacios se sientan parte" y el peronismo pueda "conectar con la mayoría de nuestra gente".

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