El emocionante regreso de Ignacio Zulberti: en la resonante victoria de Independiente

El jugador que personificó la destacada actuación del rojinegro fue el interno Ignacio Zulberti, quien, a entender de muchos, fue el jugador más valioso del encuentro. Tras el partido, Nacho compartió su alegría inmensa, tanto en lo grupal como en lo personal, por una actuación que calificó de "redondita en lo colectivo y también en lo personal". Sus números lo respaldan: 24 puntos y casi 15 rebotes, cifras que resaltan su dominio en la pintura.

Lo que hace aún más significativa esta performance es el contexto: Zulberti venía de recuperarse de una lesión muy importante en el tendón de Aquiles que lo mantuvo fuera de las canchas por mucho tiempo. Esta lesión generó en él una profunda incertidumbre sobre la manera en la cual podía llegar a volver. La recuperación fue un proceso con varios pasos, que incluyó superar el dolor, encontrar la mejor forma física, y lo que él considera no menor: "sacarse un poco el miedo y la inseguridad". Destaca que una lesión de gravedad como esa no es solo una cuestión de físico, sino que es una cuestión mental. En este difícil camino, el apoyo fundamental de gente muy querida cerca como amigos, familia y su novia fue crucial. Reconoce que costó "un montonazo" poder disfrutar de todo este presente y "volver a sentirse jugador de basquet, sentir eso de que puedo competir". Sentir esa integridad en la cancha, pudiendo forzar situaciones o buscar rebotes, es algo que valora inmensamente ahora.

Sobre el desempeño del equipo, Zulberti subraya el poder ofensivo desde diferentes lugares de la cancha, la capacidad para que cada fecha aparezca un jugador diferente como el más valioso o el que destraba el partido, y la confianza para manejar finales cerrados. Menciona que el equipo está preparado y tiene jugadores con experiencia para controlar los hilos del juego incluso bajo presión. Respecto a su juego, ha sumado el tiro de tres puntos hace algunos años, algo que entrena y para lo cual tiene la confianza del equipo y del entrenador, sabiendo que abre mucho el juego. También se refirió a la comodidad y seguridad que siente al compartir minutos en cancha con Francisco Saucedo ("el Paragua"), a pesar de no haber podido hacerlo tanto como le gustaría debido a las lesiones, ya que le permite "relajarse un poquito en el costado de los rebotes".

De cara a lo que viene, con partidos fuera de casa, Zulberti identifica que la dificultad más grande de jugar de visitante reside principalmente en las muchas horas de viaje en las cuales el físico pasa factura y el estar fuera de los hábitos y de casa. No obstante, asegura que el equipo mantiene su idea de juego y sale a jugar de igual manera que de local, concentrados en hacer valer el punto obtenido en casa y poner la presión del otro lado. Sobre su futuro personal después de la Liga Federal, la verdad que no tiene nada definido. Por ahora, está concentrado en la campaña del rojo que se está disfrutando muchísimo, y su enfoque inmediato era poder medirse en competencia para ver cómo se siente, disfrutando plenamente este presente que tanto le costó recuperar.

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