Transporte Público: parálisis en el Concejo retrasa tarifa y genera recortes

Según Juan Salceda, presidente de la Comisión de Transporte del cuerpo legislativo, el pedido de la Cámara de Transporte para actualizar el valor del boleto ingresó hace más de tres meses al Concejo y, a pesar de haberse realizado 13 reuniones de comisión, aún no se ha logrado una definición. Esta falta de acuerdo, según Salceda, recae en la responsabilidad del propio Concejo Deliberante, ya que la facultad para fijar tarifas de transporte público reside en este cuerpo.

El oficialismo, representado por el bloque de la Unión Cívica Radical, adelantó desde el primer día su postura de acompañar el pedido de la Cámara de Transporte. La propuesta consiste en prorrogar una ordenanza previamente votada que establecía un aumento bimestral por Índice de Precios al Consumidor (IPC). El último aumento aplicado bajo este mecanismo fue el 1 de marzo, correspondiente al IPC de diciembre y enero, lo que evidencia la falta de actualización frente a la inflación actual. Para el oficialismo, prorrogar esta herramienta ya discutida y votada daría previsibilidad al sistema de transporte.

Sin embargo, la definición se ha dilatado. Salceda atribuye esta demora a una politización del tema en un año electoral, donde otros bloques mezclan cuestiones políticas con el aumento tarifario. Menciona que se han intentado ligar el aumento a discusiones sobre el estacionamiento medido o a cuestiones como el valor del dólar o declarar el transporte como servicio esencial, temas que, a su juicio, complejizan innecesariamente una discusión más pragmática. A pesar de los debates y de que algunas propuestas de otros bloques no obtuvieron acompañamiento, la comisión aún no pudo elevar un dictamen.

La consecuencia directa de esta falta de definición ya empieza a repercutir desfavorablemente en el público. A partir de "hoy" (el día de la entrevista), el último servicio nocturno se realiza a las 22 horas y los servicios de fin de semana se espacian. La Cámara de Transporte ha manifestado que los recursos no alcanzan y que no se está entendiendo la situación crítica. De no haber una definición pronta, la situación para los usuarios podría agravarse aún más.

Ante la parálisis del Consejo, el Ejecutivo Municipal está considerando tomar cartas en el asunto. Salceda indicó que, si los concejales no usan su facultad para definir la tarifa, podrían delegarla en el poder ejecutivo para que tome decisiones. Si la situación se agrava y el servicio se ve amenazado o interrumpido, el intendente tiene contemplado intervenir a través de un decreto como medida de último recurso, el cual posteriormente debería ser convalidado por el Consejo Deliberante. Si bien no se ha fijado un plazo específico para esta intervención, se considera una vía ante la inacción legislativa.

Paralelamente, se ha discutido la posibilidad de profundizar el programa de pasajero frecuente, una figura que el gobierno ve con buenos ojos y que beneficia a los usuarios habituales. Este programa cuenta con recursos del municipio. Sin embargo, Salceda advierte que, si bien es un proyecto virtuoso, su avance y acuerdo con la Cámara de Transporte dependen de que primero se resuelva la cuestión de la tarifa. Destaca que gran parte de los usuarios ya se benefician de subsidios y programas como el boleto obrero, para estudiantes, discapacitados, jubilados, etc., lo que significa que menos del 30% paga el boleto plano.

En resumen, la situación del transporte público en Tandil se torna crítica debido a la indecisión política en el Concejo Deliberante sobre la tarifa, lo que ha llevado a recortes en los servicios que afectan directamente a los ciudadanos. La responsabilidad de resolverlo recae en los concejales, y de no lograrse un acuerdo, el Ejecutivo está preparado para intervenir como última instancia.

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