EMPRENDEDORES
LA CASITA TANDIL: mermeladas y licores de lujo
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Entre frascos de mermelada, botellas de licores y muchas sonrisas, la tandilense Carolina Rodríguez me cuenta su historia de cómo llegó a crear su emprendimiento.
A los 16 años, Carolina tuvo su primer hijo y decidió estudiar peluquería, para poder salir a trabajar pronto. Así fue que con el tiempo abrió dos locales en el centro, en los que trabajo por años, hasta que un poco por problemas de salud y otro poco por cansancio, decidió cerrarlos. Vendió ropa, vendió planes de ahorro; pero nada la hacía feliz.
En 2013, con el marido empezaron a trabajar en un complejo de cabañas en Desvío Aguirre. Y es allí donde trabajan y viven hoy en día.
Un día, en 2019, a Carolina se le dio por empezar a hacer mermeladas, tras haber hecho un curso con alguna profesional de INTA. Hizo un frasco. Publicó la foto y empezó a vender. La gente le pedía mermeladas, cuenta sorprendida todavía hoy. Llegó a elaborar, entonces, más de 10 sabores, evitando los sabores más convencionales.
Entre frutas y mermeladas, una tarde, Carolina, hizo un licor de dulce de leche, y se animó a seguir con la crema irlandesa. Fue tan solo cuestión de publicar la foto y púmbate, su otro producto había llegado para quedarse. Tiene 6 variedades que la rompen, chocolate, chocolate con menta, chocolate blanco, crema irlandesa, chocolate con naranja.
La idea es achicar y simplificar los sabores de mermeladas, porque demanda tiempo y lugar y, por el contrario, dedicarle más tiempo al licor que es la bomba de La Casita Tandil.
El emprendimiento de Carolina lleva ese nombre porque surgió en parte como desafío personal, mientras con su marido construían su casa. Ella quiso, con su trabajo, colaborar.
La elaboración de los productos de La Casita la realiza un día a la semana, Carolina, en una sala elaboradora. El resto de los días, se ocupa de la promoción, venta y reparto en puntos de venta. Carolina está armando, también en Desvío Aguirre, una cocina para poder producir y elaborar todos los días que necesite.
Las mermeladas se venden muy bien; se pueden encontrar en lugares turísticos, casas de productos regionales, ferias o a través de las redes sociales. Los licores se venden mejor aún e, incluso, fuera de Tandil porque tienen la habilitación pertinente para hacerlo.
Si aún no probaron estas delicias, los invito a que lo hagan.
¿Objetivo? Terminar la cocina.
¿Desafío? Exportar sus productos.
¿La Vedette? Crema Irlandesa.
IG: @lacasitatandil
Si querés mostrar tu emprendimiento, escribime a @sofiarojo.tandil o a sofiarojo@eleco.com.ar