La magia de regalar en cajas

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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLlegué una mañana al maravilloso mundo de DONIBOX y salieron a recibirme tres perros que movían la cola. Desde la puerta, con una voz gruesa y una sonrisa, Juliana Grandi les pegó el grito de ¡fuera! y hacia allá fui: a descubrir esas cajas de cartón que se rellenan con sorpresas y se envuelven con moños y ramos soñados.
Con un riquísimo té, entre charlas y su risa contagiosa, Juli me contó cómo y cuándo surgió DONIBOX, un lindísimo emprendimiento que la hace feliz.
Ella es de Caballito, se casó con un tandilense y se vinieron a vivir a Tandil hace dos años, cuando nació su segundo hijo, Fermín.
Juliana estudió Relaciones Públicas y se especializó en Marketing. Durante 14 años trabajó para las empresas de cosmética más grandes del país, haciendo Regalo con Compra. Cuando salía un producto nuevo o querían potenciar alguno medio flojo, ella debía armar un regalo para enaltecerlo y que así pueda venderse mejor. Juliana se encargaba del circuito completo que nacía en la producción y terminaba en el punto de venta.
Siempre le gustaron los regalos y el desarrollo de producto. Viajaba a ver tendencia por el mundo y su ojo se fue afilando cada día.

Tras mudarse a Tandil, le llevó tres meses tomar la decisión de cortar su relación laboral con Buenos Aires y se enfocó en lo que siempre había querido hacer: Regalo en Caja. Sus ejes, tras años de experiencia en el rubro, eran claros. La presentación lo es todo; la disciplina hace al estilo y la base serían las cajas.
DONIBOX tiene 4 modelos de cajas, que se encastran una adentro de la otra. Son reutilizables y tienen un perfume que Juli les pone cuando llegan y cuando se van. En el interín las mantiene envueltas para que el aroma no se escape. Todos estos detalles hacen a su impronta.
Elegantes, sobrias y lindas por fuera y por dentro, las cajas que prepara Juli con una pasión que inspira están todas repletas de productos que son nuestros. Hechos por emprendedores de Tandil. Té, café, jabones, dulces, conservas, cerveza, pantuflas, cremas, cerámica, plantas. Donibox ofrece desayunos, picadas, cajas de relax, de té, de cosmética; para todos los gustos y para todas las edades. Cada caja es única.
Su primera producción, fue de 30 cajas para una empresa. Tenían una almohadita de semillas, una manta y una vela. Hoy DONIBOX vende mucho a nivel local, pero muchísimo a nivel nacional. Positiva y con una energía galopante, Juli no para de emprender. Genera contenido constantemente y disfruta tanto armar las cajas como relacionarse con sus clientes.

Y como en toda vida de casi todo emprendedor, la familia suele ser gran parte de esto, la de Juli no escapa a la regla. Por empezar, el nombre: DONI es una palabra italiana que su papá usaba mucho a modo de piropo y que Juli fusionó con BOX para que no sea tan tana la cosa. Su marido es quien la ayuda con la parte de las planillas y números. Sus hijos, Mora y Fermín, la acompañan a repartir y están en el detrás de escena, siempre. Sus abuelas, una con su pañalera y otra haciendo vestidos de novia, dieron a Juli de chica, sus gustos por las cosas lindas y por la atención al cliente, que en ese momento ni imaginó en qué la convertirían. Una artista del detalle, digo yo. Abran la caja y vean.
¿Un desafío? Que las cajas con productos de Tandil trasciendan las fronteras.
¿Un objetivo? Armar un showroom.
¿La Vedette de DONIBOX? La caja de Lavanda.
En IG: @holadonibox
¿Querés contarnos acerca de tu emprendimiento? Escribi a sofiarojo@eleco.com.ar