LA RINCONADA: la familia Käser y su producción de alcaparras

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Accedé a las últimas noticias desde tu emailFreddy y Silvina vinieron a vivir a Tandil, junto a sus tres hijos, allá por el año 1996. Vivían en ese entonces en Bernal, zona de Quilmes y andaban con ganas de escapar de la gran ciudad. Vendieron una chacra del abuelo, en una zona que ya no era lo que había sido ni tampoco lo que ellos deseaban que fuera, y rumbearon hacia estos pagos buscando un nivel de vida mejor.
Sus hijos crecieron, ellos se jubilaron y decidieron alejarse todavía un poquito más. Esta vez, se afianzaron en una chacra de poco menos de una hectárea cerca de Gardey. Allí Silvina y Freddy comenzaron a pensar y planear un emprendimiento familiar y surgió algo maravilloso, después de varias ideas repasadas y descartadas; plantarían alcaparras.
Eliana, una de sus hijas, y Leandro su marido, completan el equipo. La plantación la iniciaron a fines de 2018 y principios de 2019. Adquirieron los plantines en Santiago del Estero, donde se desarrolló una variedad llamada AR 1. Las plantas de estas alcaparras están genéticamente modificadas y no tienen espinas. Son ideales para pequeños emprendimientos, donde la cosecha se hace de manera manual, como es en el caso de La Rinconada.

La vida útil de esta alcaparra es larga. Florece con el calor, en primavera, y reposa pasado el verano. Es en ese entonces, cuando la planta está activa, donde los Käser deben trabajar más duro. Ninguno de los 4, tiene formación relacionada a la agricultura; alguna vez una huerta, dice Eliana entre risas, pero no mucho más que eso. El secreto, estudiar, investigar, aprender y asesorarse con quienes saben.
Los Käser se sienten afortunados de haber conocido, a lo largo de estos años que les ha llevado el emprendimiento, a mucha gente capacitada y generosa que les ha brindado ayuda e información para poder avanzar con tan lindo e interesante proyecto familiar. Viveros, Ingenieros Forestales, personal del Municipio.
La producción de alcaparras en el país no abunda, aunque poco a poco van surgiendo productores como lo son Freddy, Silvina, Eliana y Leandro, a lo largo de todo el país.
El trabajo con las alcaparras es diario y todos colaboran y se reparten tareas por igual. Si bien Freddy y Silvina viven en la chacra, los chicos van los fines de semana a trabajar allí. Sacar yuyos, fertilizar, cosechar; cada uno aporta su trabajo a medida que se lo necesita.

La alcaparra es el capullo, que luego será flor, y más tarde se hará capullón y eso es el alcaparrón. Los Käser los cosechan, primero; luego, les hacen un curado en salmuera y, por último, los envasan para luego venderlos. La Rinconada ofrece alcaparras encurtidas en vinagre como cualquier pickle y, como novedad, alcaparrones elaborados en un encurtido agridulce que son una verdadera delicia.
Mientras las plantas crecen, y La Rinconada avanza con los trámites iniciados en Bromatología, las alcaparras plantadas, cosechadas y elaboradas en Tandil, se venden a través de las redes a quienes gusten deleitarse.
¿Objetivo y Desafío? Que el proyecto funcione
En Instagram: @alcaparras_la_rinconada
Si querés mostrar tu emprendimiento, escribime a @sofiarojo.tandil o a sofiarojo@eleco.com.ar