Emprendedores
Pintar mandalas, su trabajo y su pasión
Eugenia Di Candilo tiene 36 años y pinta desde que tiene 5. Nació en Tandil y, desde los 20, se formó de manera particular con profesores que le enseñaron diferentes técnicas artísticas.
Empleada doméstica por la mañana y profesora de hockey, por la tarde Eugenia tenía 31 años cuando empezó a darse cuenta de que pasaba poco tiempo con su hijo más chico que, en ese entonces, tenía 2. Así fue que decidió renunciar a sus dos trabajos y, con un empujón de su hermana, se encaminó hacia el mundo emprendedor haciendo eso que siempre la apasionó que es pintar y crear.
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Sus obras hoy van desde cuadros, a mandalas, murales o lonas estampadas. Vintage tiene ese nombre porque, en un primer momento, Eugenia pintaba cosas con ese estilo, pero luego, los mandalas empezaron a ser furor y es eso lo que, actualmente, más le gusta hacer.
La cocina creativa de Eugenia es en el garaje de su casa, donde hace algunos años armó un taller en el que trabaja con Vintage. Su marido y sus 3 hijos la acompañan y apoyan en esto que eligió y ama hacer.
Un mandala, me explica, está constituido por un conjunto de figuras y formas geométricas concéntricas que representan las características más importantes del universo y de sus contenidos. Su principal objetivo es fomentar la concentración de la energía en un solo punto durante la meditación .Los que pinta Eugenia van desde los 40 cm. hasta el más grande que es de 1,50 mt.
Con envíos a lo largo y ancho del país, los increíbles mandalas que logra Eugenia con sus pinceles y colores viajan a decorar hogares para ese momento de meditación o, tan solo, para decorar. Algunos incluyen pedidos personalizados de tonos y detalles.
Desde sus redes sociales, con miles de seguidores, Vintage vende alrededor de 5 mandalas por mes. Cada uno le lleva un tiempo diferente de dedicación ya que varía por el tamaño; uno mediano, por ejemplo, lo logra en 3 días pintando entre 5 a 8 horas diarias.
Eugenia, con 8 horas por día de dedicación a su proyecto, utiliza para sus mandalas, placas enteras de fibrofácil; las corta a medida y luego las pinta con acrílico; y también las estampa en telas que se convierten en unas lonas que son lo más. Si todavía no las viste, es el momento de hacerlo.
¿Objetivo? continuar con el sueño de poder hacer y trabajar de lo que uno ama.
¿Desafío? Expandir los mandalas fuera de Argentina.
¿La Vedette de Vintage? Mandalas pintados en antenas de TV.
IG: @vintagetandil