El desafío por equipos del último MasterChef dejó una de las escenas más inesperadas —y comentadas— de la noche. Lo que parecía una consigna simple terminó derivando en un cruce cargado de tensión entre Damián Betular, Sofi Martínezy Ariel Rodríguez Palacios, sorprendiendo a todos en el estudio.

La dinámica del reto exigía que los participantes eligieran a qué capitán seguir. Sin embargo, una mínima duda alcanzó para encender la polémica. Martínez quedó paralizada frente a su elección y la producción captó el instante exacto de vacilación, lo que cambió por completo el clima en la cocina más famosa del país. Entre miradas cruzadas y silencios incómodos, todos entendieron que ese titubeo no iba a pasar desapercibido.

Finalmente, la participante se inclinó por el equipo de Rodríguez Palacios. Un gesto pequeño, casi imperceptible, pero contundente para quienes seguían el desafío minuto a minuto. El ambiente se cargó de tensión, como si la competencia hubiera entrado en un territorio emocional mucho más profundo.

El movimiento no solo descolocó la estrategia del desafío: también dejó al descubierto ciertas sensibilidades acumuladas en galas anteriores. El resto de los participantes quedó en silencio, atentos a la reacción de quien perdía un integrante.

El enojo de Damián Betular con Sofi Martínez

Fue entonces cuando Betular dejó en claro su malestar. La mirada fija, los brazos cruzados y un gesto elocuente bastaron para mostrar que la decisión no le había gustado nada. La dinámica del grupo —ya frágil— terminó de quebrarse.

En medio del clima tenso llegó la frase que terminó por definir la noche y se convirtió en el momento más picante del episodio:

“Andá para allá, traidora”.

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