Se reconvirtieron en plena pandemia y ahora buscan cumplir el sueño de tener una casa de té
Eran empleadas de comercio y al quedarse sin trabajo se dedicaron a lo que antes era solamente un hobby: la pastelería. “A pesar de tantas cosas malas, esto nos ayudó a despertarnos y ver que era por acá el camino”, aseguró Julieta Zarzábal.

La pandemia agravó diversas problemáticas en el aspecto económico. En la actualidad, muchos tandilenses que quedaron sin trabajo aún no saben cómo hacer para subsistir. Sin embargo, hay casos de emprendedores que lograron reconvertirse, replantearse la vida y construir nuevos proyectos, a punto tal de estar cada vez más cerca de concretar sus sueños.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEs el caso de María Florencia Roggero y Julieta Andrea Zarzábal, desde 2015 realizaban desayunos artesanales a modo de hobby, pero ambas trabajaban como empleadas de comercio y ese era su verdadero sustento.
Sin embargo, Julieta Zarzábal confió que “un sueño que teníamos las dos era algún día tener una casa de té”.
El año 2019 fue muy difícil para Julieta porque le detectaron un cáncer de mama muy avanzado, por lo cual se dedicó por completo a su tratamiento, al cual afortunadamente respondió muy bien, pero durante 5 años debe continuar con medicación. El año pasado perdió su empleo. Su amiga, Florencia Roggero, también se quedó sin trabajo, ya que era empleada en la sede local de una empresa multinacional que cerró a raíz de la pandemia.
Entonces, en contexto de pandemia “me tuve que reinventar porque me quedé sin trabajo también, así que le puse todas las pilas a esto. Necesitaba generar dinero y también estar ocupada haciendo algo, porque yo estaba con tratamiento pero me sentía bien, lo llevé bien, gracias a Dios ya estoy sana, pero es un tratamiento bastante pesado. Se me abrió la creatividad. Nos pusimos las pilas y entre las dos estamos potenciadas y dedicadas a Infusionarte, que es nuestro emprendimiento”, señaló.
Buscando un sueño
Recordó que antes le encargaban tortas de vez en cuando y se dedicaban más al proyecto en fechas clave, como el Día del Padre o de la Madre o Pascuas. Pero el año pasado empezaron a ocuparse de lleno en esta iniciativa.
“Hacemos huevos de pascua y este año nos fue muy bien, se nos fue de la mano por la cantidad de pedidos que tuvimos, hicimos también para una empresa grande y eso nos motivó a apostar a esto. Así que estamos con todo, a pesar de tantas cosas malas, esto nos ayudó a despertarnos y ver que era por acá el camino. A veces te suceden cosas que después entendés el porqué”, reflexionó.
No obstante, aclaró que aún no vive de eso, pero consideró que “estamos en camino. Conseguimos el apoyo del Municipio, que eso es muy bueno. Nos dieron un subsidio y pudimos comprar la cocina industrial, no nos cubrió el total pero tuvimos el acompañamiento de la Secretaría de Desarrollo Productivo, que los chicos nos orientaron acerca de cómo encarar una empresa. Hay cosas que uno a veces desconoce, cómo manejar las redes sociales, por ejemplo”.
“Nosotras no estábamos mucho con ese tema y ellos nos apoyaron desde ese lado, está bueno porque uno a veces desconoce que existe ese tipo de ayuda, y sirve”, resaltó.
Y contó que “yo fui para ver qué onda y me orientaron, después vinieron de Bromatología, inspeccionaron mi cocina, la habilitaron y vieron que está apta para cocinar, para hacer productos para poder vender, y después hicimos el curso de manipulación de alimentos”.
“Hicimos una muestras que aprobó Bromatología para sacar a vender a los negocios, así que vamos encaminándonos hacia llegar algún día a cumplir nuestro sueño, que es tener una casa de té”, vaticinó.
En ese contexto, detalló que hacen todo tipo de productos de pastelería y adelantó que “en julio vamos a hacer un curso de pastelería y panadería para perfeccionarnos”.
“Yo voy a cumplir 43 años y Flor también. Es una edad que te replanteás muchas cosas, así que era el momento, porque era difícil conseguir trabajo en pandemia, y uno se plantea si se puede trabajar de lo que uno siempre soñó. Y cuando concentrás toda la energía ahí, se da. Estoy convencida de eso”, concluyó.