La primera de las muchas historias contadas

Por Guillermo Liggerini.

Cuando acá a la vuelta de la esquina asoman las tres décadas en este oficio, la propuesta para el aniversario de El Eco invita a repasar aquellos sucesos que por bondades de la profesión me llevaron a ver, escuchar y percibir desde una ubicación privilegiada, como un plateísta con butaca preferencial que permitió seguir la escena para luego retratarla, en palabras, para aquellos que quisieran saber. 

Contar historias. De eso se trata una y otra vez con mayor o menor suerte, a la hora de afrontar día tras día la rutina dislocada de relatar desde la palabra impresa lo que presume interés en la opinión pública, afinando el olfato de lo que puede ser noticia y con el desafío de que la subjetividad de la mirada no perturbe la imparcialidad de exponer los hechos a destilar.