Lactancia materna es la responsabilidad compartida incluyendo a un estado presente que acompañe
En la semana mundial de la lactancia, Camila Herrera brindó algunas reflexiones apuntando a esta temática. Destacó la labor de la comisión de lactancia interdisciplinaria que se desarrolla desde el 2021 por una ordenanza Municipal.
Siendo una de las precursoras del acompañamiento respetuoso en el período de gestación, parto, puerperio y sobre todo, en el proceso de lactancia, la especialista Camila Herrera visibilizó su experiencia y la de muchas mujeres, dentro de los grupos que se arman en el área de lactancia.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa Licenciada en Obstetricia actualmente realiza consultorios de lactancia y acompaña desde el Hospital, en guardias tanto el nacimiento como el control de embarazos.
Rodeada de historias e involucrada en el tema de la semana, Herrera compartió algunas visiones que contribuyen al reconocimiento de esta práctica vital y fundamental tanto en el vínculo de madre e hijo, como en el desarrollo del bebé, el proceso emocional de la mujer y el crecimiento de la comunidad toda.
“En el Hospital, en el Sistema Integrado de Salud Pública (SISP), hay una comisión de lactancia interdisciplinaria que se convirtió en área desde el año pasado, por una ordenanza municipal”, comentó la profesional de la salud y explicó su funcionamiento. “Tratamos de armar red desde esta área de lactancia. Acompañando el embarazo, atentas por si hay alguna dificultad y ofrecerle ir a la consulta de lactancia”, dijo y resaltó que a este espacio “ellas mismas se acercan para compartir sus relatos, cuáles fueron sus dificultades”.
Al mismo tiempo, explicó que si bien ella coordina este espacio junto a otras colegas, “esa información llega de una manera muy efectiva, el mensaje toma mucha más fuerza cuando otra madre viene a contar lo que está viviendo, o lo que le paso hace muy poquitito”.
¿Qué sabés de lactancia?
Herrera destacó esta pregunta como disparador a la hora de acompañar a una mujer en su proceso tanto de gestación, como al momento que se acerca con inquietudes sobre la posibilidad futura de amamantar. “En base a eso o a las dudas se arma el espacio que cada madre necesita”, subrayó.
La Licenciada hizo hincapié en la importancia de que todas las mujeres puedan acceder a la información para reconocer los diferentes caminos y formas que las conducen a lograr esta práctica de una manera efectiva, amorosa y respetada. “En cuestiones de salud es muy importante programar, así como programamos en la cotidianeidad. Para eso, es elemental tener la información que se necesita para sobrellevar en este caso el embarazo, o el período de lactancia y el puerperio de la mejor manera. Al contar con mayor información, las dudas o consultas son más precisas, más puntuales que, generalmente surgen en la última etapa del embarazo”, señaló.
Al mismo tiempo, Herrera agregó que “también hay que pensar que no hay una cultura muy fuerte en nuestras generaciones cercanas a nosotras de amamantamiento, incluso la industria láctea ha sido muy feroz, y las cifras describen estas situaciones”.
“Romantizamos mucho la maternidad y la crianza”
“La experiencia de la maternidad nos atraviesa en el cuerpo, nos revela lo mejor y lo peor de una, y muchas veces las sombras”, resaltó Herrera, y profundizó que “ahí está nuestra propia historia en ese ser, de golpe nuestra vida de poder ser independiente, de poder ir al baño cuando una quiere, de salir con amigos y muchas cosas más, de golpe tiene un freno. Entonces, la crianza de lo que es el bebé humano, que es tan dependiente, demanda tanta presencia corporal. Es por eso que se vuelve tan importante la red que se arma en los grupos de acompañamiento”.
Al mismo tiempo, puso en valor el proceso de aquellas mujeres que no lograron realizar esta práctica, quienes "dan un gran mensaje y es que lo intentaron, es muy valioso también”. Y explicó “si bien la leche humana es el alimento de nuestra especie y nutricionalmente no hay nada que se compare a ella, los anticuerpos que aporta, la salud que confiere es para toda la vida, también es una experiencia que nos transforma, pero acompañar a aquellas personas que no han podido hacerlo o hacen una lactancia mixta, también es nuestro rol”.
Respecto al ideal construido sobre la maternidad y el período de lactancia, Herrera reflexionó que “dar la teta tiene algo hormonal muy fuerte, hormonas como la oxitocina, endorfinas, prolactina, son hormonas del placer y del amor que se dan en ciertos contextos que uno tiene que garantizar e intentar, más allá que fisiológicamente una está capacitada para gestar, para parir, para amamantar en contextos posiblemente no intervenidos, de una manera muy natural, pero nuestra cultura y nuestro modelo médico no es tan así, y desde ya que hay situaciones y experiencias no tan positivas a la hora de amamantar”.
En paralelo, la representante del SISP destacó que “hay necesidades básicas que tenemos las personas para transitar todo el embarazo, el parto, el puerperio y la lactancia, y esto hace que una pueda desarrollar emocionalmente factores productivos para poder producir leche, para poder sostener a un humano, un bebé, una vida”.
“En cambio aquella persona que esté muy sola, si bien muchas lo han hecho y muchas lo hacen, pero emocionalmente hay que estar fortalecida de algún modo y ahí entra nuestro rol, ya que una debe estar siendo capaz de poder divisar a aquella que necesita red. A veces lo emocional tiene que ver con esa red de apoyo y no con todo el resto del contexto”, enfatizó y agregó que “en el consultorio vemos algunas personas que no están muchas veces del todo acompañadas, algunas se enamoran de la lactancia y de su bebé desde el primer momento, y a otras les cuesta conectar, o incluso mamás que no quieran amamantar, es otra decisión que se respeta y se acompaña”.
La especialista resaltó algunos puntos a tener en cuenta sobre la visión de la práctica. “Las dudas giran alrededor de los mitos instalados en la sociedad. Por ejemplo, si tendré suficiente leche cuando nazca el bebé, si hay que preparar los pezones, o si se hereda la falta de leche”, enumeró y explicó que “no se sugiere preparar el pecho ni los pezones antes del embarazo. No se hereda la capacidad de amamantar o no, cada lactancia es la posible y está más que bien”.
Respecto al período idóneo para amamantar, abrió la pregunta sobre “¿qué aporta la leche humana en el segundo año de vida?”, y respondió que “la leche humana siempre alimenta, acompañando el crecimiento óptimo, fortaleciendo el sistema inmune y reforzando el vínculo, el fin de la lactancia es una decisión de la persona que amamanta y de su bebé”.
Sobre su rol dentro del acompañamiento, resaltó que “intento trasmitir confianza en la capacidad de gestar, parir y amamantar, explicando que vas a tener leche cuando el bebé nazca y será calostro, y lo vas a producir por dos o tres días. La importancia que tiene para mí, en mi rol de partera, acompañar desde el embarazo, parto, lactancia y crianza sin juzgar, ofreciendo apoyo siempre y dando información segura a cada familia”.
Finalmente, brindó un mensaje más integral acerca de la práctica y sintetizó que “la Lactancia es una ‘responsabilidad compartida’ que incluye a la pareja, si estuviera; la familia, el personal de salud, la comunidad. Sin el apoyo de todos, es difícil de sostener en el tiempo. La responsabilidad compartida incluye necesariamente a un Estado presente que acompañe”.