Laniakea, un lugar en el mundo

¿Cuán grande es el universo? Sin duda, es una de las clásicas preguntas que nos hacemos desde pequeños. Y lo más interesante de la respuesta es que ésta ha cambiado de manera sistemática a lo largo del tiempo. Nuestra percepción del cosmos ha ido mutando como resultado del avance científico-tecnológico. Cada vez logramos observar más lejos en el espacio y en el tiempo, lo cual hace que estos cambios hayan sido mucho más acelerados y significativos en los últimos cuatro siglos. Y por supuesto, en estos últimos años dicha concepción alcanzó una nueva versión.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa “imagen” del universo actual implica distancias y tamaños tan inmensos que no hay manera de comprender tales magnitudes sin el empleo de ciertas herramientas de comparación, es decir, de escalas. Como diría Buzz Lightyear, el capitán espacial de la maravillosa “Toy Story”, viajemos entonces desde nuestro planeta azul hasta prácticamente “el infinito y más allá”.
Comencemos entonces dimensionando nuestra escala de tamaños y distancias. En ella, el Sol será una esfera de un metro y por ende, la Tierra tendrá tan solo un centímetro de diámetro y la separarán unos 100 metros de la estrella amarilla. Acompañando a la Tierra estará la Luna, una insignificante piedrita de 2,5 milímetros ubicada a 27 centímetros respecto de nosotros.
Analicemos ahora el Sistema Solar. La primer sección está compuesta por el Sol y los planetas interiores rocosos (Mercurio, Venus, Tierra y Marte), mientras que la segunda sección corresponde a los gigantes helados gaseosos (Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno). Luego de este ultimo comienza lo que se llama la tercera y última sección. Se trata básicamente de un enorme cinturón de cuerpos menores (más pequeños que un planeta) de los cuales Plutón es el más cercano e importante. Pues bien, en nuestro barrio cósmico a escala, Plutón se encuentra a 4 kilómetros. Pero ahí no termina el Sistema Solar, sino que todo este conjunto está rodeado por una enorme esfera de cuerpos los cuales se creen son muchos de los cometas que usualmente se acercan al interior del sistema. Se trata de la Nube de Oort cuyo tamaño, en nuestra escala, sería de unos 6.300 kilómetros. Recapitulemos; si nuestra Tierra tuviese un centímetro de diámetro, el Sol estaría a unos 100 metros y todo el sistema Solar tendría un tamaño de unos 6.300 kilómetros. ¡Glup!
Si estos números te aturden, debo decirte que esto recién comienza. Por ejemplo, la estrella más cercana luego del Sol, Próxima Centauri, ubicada a 4,2 años luz de distancia, significaría que se encontrase a unos 26.460 kilómetros, es decir, una separación mucho más grande que lo que implica un viaje de Argentina a China.
¿Y en cuanto a la Via Láctea? El Sistema Solar pertenece a esta galaxia espiral, cuyo diámetro es de 100.000 años luz aproximadamente, lo que en nuestra escala representa casi 950 millones de kilómetros, algo así como la distancia real de la Tierra a un lugar ubicado entre Júpiter y Saturno (te reitero, con nuestro planeta de un centímetro de diámetro).
Pero la Vía Láctea se encuentra junto a otras galaxias (decenas de ellas), conformando lo que se llama el Grupo Local. De ellas, las dos más grandes son Andrómeda, una espiral gigante, y nuestra propia Vía Láctea. Ambas se están acercando entre sí a una velocidad relativa de unos 500.000 km/h, lo cual hará que colisionen en aproximadamente 4.000 millones de años. Algo importante de aclarar es que lo de “colisión galáctica” no implica un choque físico entre sus estrellas. ¿Por qué? Porque si bien cada una de estas galaxias contienen miles de millones de estrellas, las distancias entre las mismas son tan grandes que sería muy poco probable que exista un choque físico entre ellas. Por ende, lo que ocurrirá es que ambas galaxias mezclen a sus integrantes haciendo que por las fuerzas gravitatorias cambien su estructura para siempre (dejarán de ser espirales).
De todas maneras, y como si los astros necesitasen de estar con mucha compañía, el Grupo Local a su vez se encuentra junto a otros conjuntos galácticos, formando el denominado Supercúmulo de Virgo. Y este último, junto al Supercúmulo Hydra-Centauro, al del Centauro, y al Meridional, conforman lo que unos astrónomos de la Universidad de Hawaii han llamado Laniakea. En hawaiano, esto significa “cielos inconmensurables”. Una designación apropiada, ¿verdad? En Laniakea se estima hay unas 100.000 galaxias, con un tamaño de alrededor de 520 millones de años luz. En nuestra escala cósmica, esto es algo sí como el 75 % de la distancia a la estrella más cercana. Realmente, ya muy difícil de tomar dimensión real de ello.
Como te imaginarás, aquí no termina la historia, ya que nuestro lugar en el mundo, Laniakea, está rodeada de otros supercúmulos. Ellos son Shapley, Hércules, Coma y Perseo-Piscis.
¿Y esto es todo, amigos? Vale decir que aquí concluye todo lo que hasta el momento es registrable. A medida que logremos observar más y más lejos, seguiremos cambiando la imagen que tenemos de este increíble, maravilloso, sorprendente y prácticamente, inconmensurable universo. (La imagen corresponde al trabajo de Brent Tully y colaboradores -Universidad de Hawaii- publicado en la revista Nature -septiembre de 2014-).
(*) Director de Gestión Planetario Ciudad de La Plata
Sobre el autor
Licenciado en economía de la Universidad de Buenos Aires y Doctor en Economía (Ph.D.) por la Universidad de Michigan (EE.UU.). Director del Instituto de Economía de la Unicen. Profesor full-time en la UTDT y director del Centro de Investigación en Finanzas (CIF) - UTDT.Este contenido no está abierto a comentarios