Pasa por el diván Guillermo Cóppola

-Hola, buen día Guillermo. Lo llamo de El Eco de Tandil, queríamos hacerle una entrevista.
-Uh, no sé querido, estoy muy complicado, arranqué el programa de TV, ahora voy a una entrevista en ‘Pura química’, tengo que viajar esta semana, yo vivo pa-pa-pa, la verdad, mi viejo, es difícil ahora, ¿de dónde me dijiste que es el medio?
-De Tandil.
-Quédate tranquilo, la vamos a hacer, la vamos a hacer. Volveme a llamar.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa charla
-Cuando lo llamé el otro día todo cambió cuando le dije Tandil, ¿hay algo especial con la ciudad?
-¿Y cómo no va a haber algo especial con Tandil si mi primer jugador fue Vicente Alberto Pernía? Y quien me lo presentó fue otro tandilense, el presidente del Banco (Federal) Jorge Federico Christensen.
-Ahí empezó todo.
-Ahí empezó todo. Un día me llama el presidente. No era normal que llame a un empleado y digo, ‘uh, acá toqué terreno minado, me metí con quien no debía’ porque… yo atendía a la secretaria. Y no, no era por eso, era porque estaba Vicente Alberto Pernía. Christensen me sabía bostero y me llamó. Año 74.
-Ya hacía de las suyas con las mujeres. Y después quedó como la encarnación del diablo.
-La reencarnación del diablo es para quien no me conoce, después cuando me conocen se terminan enamorando.
-Nadie niega sus dotes de seducción. Ahora si no fue tan vicioso, ¿por qué se hizo cargo de ese perfil?
-Porque si algo no soy, es careta. En algún momento me equivoqué, lo reconozco. Pero lo mío no fue exagerado, nunca. Fumo dos cigarrillos cuando otros fuman 20; todos se toman una botella de whisky y yo tomo dos vasos; todos toman dos botellas de champán, yo tres copas…
-Está hablando del presente.
-¡Del presente y del pasado! Siempre me cuidé. Yo no fui nada. Sí, mujeriego. Creo que a todos los hombres les gustan las mujeres, pero eso no cambia que haya laburado 21 años en el banco, entré de cadete y me fui de gerente. Me recibí de licenciado en administración de empresas y llevo 39 años en el fútbol y sigo laburando.
-Hace unos días contó públicamente que solía ver a Nisman rodeado de “terribles bombones”.
-Sí, sí, lo veía muy bien acompañado. Yo iba con amigos, él iba con amigas.
-¿No siente que se prestó a que se diera un trasfondo político a sus declaraciones?
-¿Y qué hago? ¿Me escondo? ¿Lo niego? ¿Sabés por qué conté esa historia? Porque siempre di la cara. A ver, decime una cosa, ¿vos conocés muchas caras de representantes de futbolistas?
-La verdad que no, la suya, después no sé, Cyterszpiler, Marchi.
-Muy pocas, perfecto, la mía la conocés antes de Maradona, ¿verdad?
-Sí.
-Porque nunca tuve nada que ocultar. Me preguntaron, ¿a Nisman lo conocía? Y dije sí, lo conocí en Rosebar, un after office que termina a la una, no es un boliche que te vas a las seis, y él iba con unos bombones increíbles.
-Se lo decía porque si hay alguien que sabe lo que sucede cuando la política se mete en la Justicia es usted, que fue preso por esa famosa causa del jarrón. Al día de hoy, ¿sabe por qué le hicieron eso?
-No lo sé. Pero prueba superada. Porque fueron presos los delincuentes: el juez (Bernasconi) y los secretarios, los policías exonerados. Causa armada, una vergüenza para la Justicia argentina. Vos tendrías que salir a caminar cien metros conmigo por la calle y te vas a dar cuenta cómo la cosa está superada ampliamente.
-Luego le tocó tener enfrente a un ídolo de masas, Diego Maradona. No debe ser fácil.
-Otra prueba superada. Me autodenuncié, fui a la Justicia y pude demostrarle al amigo que tenía dudas en relación a las cuentas, que estaba equivocado. Mirá, yo no soy millonario en guita, soy millonario en amigos. En Tandil tengo a Pernía (Vicente es el padrino de mi hija más grande que tiene 39 años), a Alejo y Mauricio Christensen y otros amigos más. Si quieren saber quién soy pregunten en Tandil.
-En realidad hablaba desde lo anímico. Tener semejante ídolo popular en contra…
-¿Desde lo anímico? Golpe duro. Durísimo. Pero superado. Totalmente. No me iba a quedar cruzado de brazos, llorando, implorando. Igual a mí no me vas a escuchar hablar mal de nadie.
-Mucho menos de sus mujeres: siempre se deshace en halagos hacia las ex parejas.
-Y salí con algunas mujeres…
-Montón. Guillermo, usted dice que no es careta, pero ¿no es demasiado políticamente correcto hablar tan bien de las ex? Si se separan es porque no funciona, porque hay cortocircuitos, discusiones.
-Por supuesto, no funciona, es lógico, pero un auto no funciona y lo cambiás, ¿y qué, le vas a decir al fabricante que la marca es mala? ¡No! Las relaciones no funcionan porque somos una máquina imperfecta. Una es una máquina, lo otro es el corazón y es lo mismo: ponés energía, actitud, y si no anda, no anda.
-Por estos días en Youtube está de moda una prueba: qué sucede cuando de repente te reencontrás con una ex. ¿Le gustaría reencontrarse con el amor de su vida?
-Nooo, yo miro para adelante. Para modelo viejo estoy yo. Estoy tranquilo, en pareja, con un modelo 1974.
-¿No más tentaciones?
-El arte de seducir no se pierde. Fidelidad: una materia difícil, dificilísima de aprobar.
-¿Y cómo hace?
-Pesca deportiva: pescás y lo devolvés al agua. u
……………………secundaria………….
Y si quieren saber de
mujeres, hablen con él
Los que lo vieron en acción lo saben al dedillo: habrá menos chances de perder una novia o esposa si ella queda a solas con Iván de Pineda o Brad Pitt antes que con el canoso Guillote Cóppola. Pero hoy el hombre se confiesa, en cierto modo, retirado y entonces qué mejor que él para aconsejar cómo manejarse con el mundo femenino. Además, vale decirlo, éste fue el momento de la charla donde los ojos le brillaron de alegría.
-¿Se anima a darle unos consejitos a los tandilenses?
-¿Sobre qué?
-Chicas.
-Sí. Dale.
-La mitad de la biblioteca dice que hay que encarar. La otra mitad dice que son tiempos donde la histeria manda y es preferible no tirar onda, guardarse y generar misterio. ¿Hay que encarar?
-¿Y qué te parece? Hay que ir al frente. Si uno se jacta de ser hombre tiene que ir al frente.
-A esta altura, ¿sirve la flor, el bombón, el regalito?
-Sirve. Sirve la seducción con atenciones. Por supuesto, no hay mujer que no le guste.
-Ante un rechazo inicial, ¿qué es lo mejor? ¿Cómo se sigue después de un corte de cara?
-Depende cómo venga el corte de cara. El corte puede ser parcial o total. Si es parcial, hay que seguir insistiendo. Si es total, hay que resignarse y abandonar. En definitiva, la mujer decide, la decisión final la tiene siempre la mujer.
-Más allá de sus dotes seductoras usted tiene plata. Eso es una ventaja decisiva.
-Pará, pará: tengo que seguir laburando. ¿Seductor? Sí, pero no soy millonario, soy millonario en amigos.
-Completo… ¿Se puede levantar una diosa –pero diosa, eh- sin tener guita, siendo muy seco?
-Yo empecé a seducir y a conquistar cuando tenía 15 años, vivía en un cuarto de cuatro por cuatro metros con mi mamá, mi papá y mi hermana. Y todos piensan que luego me aburría en el banco y para mí fue una etapa divina porque tuve muchas novias.
-Dentro del target de Guillote Cóppola, ¿se puede levantar una mina sin tener auto?
-Por favor, esa pregunta subestima la capacidad de la mujer. Todo se puede lograr.
-¿Las chicas los prefieren malos?
-A algunas por ahí le gustan, pero yo siento que con delicadeza, respeto, no podés fallar. u
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