Desde ayer el barbijo dejó de ser obligatorio, pero la gente siente que no será fácil retomar esa normalidad
Tras más de un año y medio con el tapabocas y nariz como accesorio ineludible en todo momento, el Gobierno decretó que en espacios públicos y abiertos se puede prescindir de él al circular. Aunque la mayoría de los tandilenses dio el visto bueno a la medida, todavía sostienen el hábito y concordaron en que ahora habrá que “desacostumbrarse”. Con más información y un buen pasar sanitario, el temor al contagio al aire libre ha mermado.
Ayer, tras su publicación en el Boletín Oficial quedó sancionado el decreto Nacional que regula la obligatoriedad del barbijo, flexibilizando su uso para cuando se circule al aire libre a más de dos metros de distancia de otras personas. La normativa quedó sujeta a la adhesión de cada jurisdicción, pero desde el Municipio aún no se expresaron.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailDesde el 20 de marzo del año pasado, cuando se dictó el aislamiento social preventivo y obligatorio, todos los argentinos empezaron a adoptar nuevas costumbres que perdurarían mucho más de lo esperado. Si bien al principio la cuarentena duraría dos semanas, se prolongó de acuerdo al avance del Covid-19 y su afectación al sistema de salud en general.
En ese tiempo, los ciudadanos fueron convirtiéndose de a poco en expertos sobre el uso, colocación y tipos de tapabocas. Hoy se podría decir sin dudar que una persona tiene al menos dos o tres ejemplares en su casa.