El camino para resguardar la centenaria obra del fotógrafo Pierroni, patrimonio de Tandil

El Museo Municipal de Bellas Artes de Tandil (Mumbat) inició las tareas para la conservación de la colección de Carlos Pierroni, donada a la Municipalidad por los descendientes de José Luis Betelú. Se trata de 442 placas fotográficas de vidrio, una cámara de madera, tres portaplacas de madera, un lente de bronce en su caja, un trípode de madera, una capa para exposiciones de tela negra y un bolso de cuero para el equipo. En ese marco, la institución recibió a la especialista en conservación de fotografías Clara Tomasini, quien trabajó en el laboratorio de la institución en la capacitación y asesoramiento para el tratamiento de este importante legado histórico y cultural de más de cien años de antigüedad. 

Horas de intensa labor y aprendizaje transcurrieron en el Mumbat, donde el artista y restaurador Ariel de la Vega dio los pasos iniciales junto a Clara Tomasini para la conservación de los vidrios, de invaluable valor para la comunidad. Los acompañaba de cerca la directora del Museo, Indiana Gnocchini, contenta y agradecida con la familia Betelú por haber tomado la decisión de legar a todos los tandilenses esta joya que documenta cómo era la ciudad a principios del XX. 

Carlos Pierroni (1862-1939) dejó registros de acontecimientos relevantes para Tandil, como los actos completos por el centenario, pero además de la sociedad del momento. Desde personalidades conocidas, hasta ciudadanos comunes en sus labores, inmigrantes en sus colectividades, los trabajadores del Hospital, además de paisajes serranos y alguna nevada en el Parque Independencia, entre muchos otros hechos, fueron capturados con su equipo de madera.