El Centro de Rescate de Granja Los Pibes participó en un decomiso de ejemplares de guacamayo

Representantes del Centro de Rescate de Fauna Silvestre de Granja Los Pibes participó, junto a la Policía Ecológica y a la Dirección de Flora y Fauna de la provincia de Buenos Aires, de un decomiso de dos ejemplares de guacamayo.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLamentablemente, en la Argentina el tráfico de animales mueve al año unos cien millones de dólares y los principales destinos de exportación son Europa, Estados Unidos y Japón.
De acuerdo a lo informado por el Centro, las especies más demandadas son monos, víboras, lagartos, tortugas, yacarés y aves, las cuales se venden vivas. En cambio, a la gran mayoría de los mamíferos y los reptiles se los mata para sacarles el cuero que luego se utiliza en prendas de ropa.
“Como ocurre con cualquier fenómeno social, político o natural del sistema internacional de distribución y propiedad, los países exportadores son los del tercer mundo. América Latina y África son los continentes exportadores. América del Norte, Europa y ciertas regiones asiáticas compran a diestra y siniestra para ‘alegrarse los hogares’ con colores, cantos y piruetas foráneas que no les pertenecen”, clamaron con indignación desde Granja los Pibes.
Lógicamente las condiciones para los animales no son las mejores y, lamentablemente, esta situación favorece el exterminio de muchos ejemplares que no llegan con vida a las tierras a las que se los transporta. De hecho, se estima que solo uno de cada diez animales con los que se trafica llega a su destino a salvo. Los restantes mueren.
“Las condiciones de carga son aterradoras, escondidos para no ser descubiertos, muchas veces no pueden ni respirar, el estrés, la mala alimentación yendo camino a una jaula donde pasarán el resto de su vida”, explicaron.
En nuestro país, adquirir especies de aves, primates u otros mamíferos salvajes, extraídos de su tradicional hábitat, es un delito penado por la ley 22421.
“Parece que no nos basta con solo destruir sus espacios naturales desmontando, ampliando las fronteras agrícolas ganaderas, contaminado las aguas, y demás atrocidades que hacemos como especie. El mascotismo es ilegal, y cruel. Tenemos que entender que esta destrucción tiene consecuencias”, señalaron desde el Centro de Rescate y completaron: “Una forma de ayudar es conocer la importancia que tienen estás especies en sus ambientes naturales”.