En el marco de "Un pueblo, un producto"
El clúster quesero representó al país en Colombia y se nutrió de buenas experiencias y capacitaciones
Durante una semana, Lucio Rancez, coordinador del proyecto OVOP (un pueblo, un producto) en Tandil y referente del clúster quesero, visitó diversos puntos de producción en Colombia, donde se trajo ricas experiencias que ponderan la identidad, la historia y la cultura de cada región. "Nos vinimos con una impresión muy agradable porque más allá de las dificultades que todo país sudamericano tiene, se puede trabajar fuerte y desarrollar proyectos con buenos resultados".
Tandil fue uno de los nueve distritos seleccionados de Argentina y el único de la provincia, que formó parte del programa OVOP "un pueblo, un producto", en un viaje enriquecedor a Colombia. Buscando experiencias de otros modelos productivos, como así también instalando el queso de Tandil en el exterior, Lucio Rancez, representante del clúster serrano, viajó al país del norte de Sudamérica para continuar con el constante trabajo de potenciar el producto de origen. En dialogó con El Eco de Tandil indicó que, “La experiencia fue sumamente importante porque de alguna manera ratifica el rumbo que hemos trazado hace ya algunos años, instalando nuestros quesos a nivel nacional e internacional y aprendiendo nuevas experiencias que nos ayudan siempre a conseguir más éxito en lo que hacemos”.
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“Tuvimos un excelente viaje con muy buenas capacitaciones en los distintos puntos de Colombia que visitamos. Fuimos a conocer las experiencias OVOP de ese país, que vienen desarrollándola desde 2013, a través de diversos productos que tienen que ver con la identidad, con la historia y lo cultural de cada región. Nuestro clúster fue elegido en la Provincia de Buenos Aires para este proyecto hasta 2025 y estamos trabajando en el posicionamiento del queso banquete poniendo en valor su identidad en el territorio, como así también un catalogo de Tandil y el queso. Fuimos a Colombia a conocer la experiencia y adentrarnos en la cooperación internacional con Japón, país creador del proyecto, un pueblo, un producto. En un futuro cercano está la posibilidad de viajar al país asiático para conocer más sobre su producción y capacitarnos en sus experiencias”, señaló Rancez, tras el viaje a Colombia.
En 2019 el clúster fue propuesto para participar del proyecto “un pueblo un producto" (OVOP) y resultó elegido, siendo el único agrupamiento de la provincia de Buenos Aires, en recibir ese reconocimiento. En Argentina hay también otros grupos diseminados por cinco provincias que trabajan en este tipo de proyectos, que acompaña con asistencia técnica, la potenciación de un producto con identidad territorial. En este caso quien lleva el papel protagónico es el queso tipo Tandil o también llamado banquete.
“Estuvimos en Paipa, Boyacá, Quindío, el eje cafetero con sus pintorescas ciudades como Armenia, Filandia, ciudades sumamente productivas y que ponen en valor sus productos. Aprendimos de iniciativas, como manejan asociativamente sus cuestiones y como ponen en valor sus productos con notables rasgos culturales. Nos vinimos con una impresión muy agradable de que más allá de las dificultades que todo país sudamericano tiene, se puede trabajar fuerte en la producción y desarrollar proyectos con buenos resultados. La ciudad de Filandia por ejemplo hace cinco años, no era una ciudad turística y gracias a este proyecto, se desarrolló y pudimos experimentar que hoy en día es un polo turístico importante en el corazón del eje cafetero. Este proyecto ha dado muy buenos resultados en varios países de Latinoamérica”, señaló coordinador del proyecto OVOP en Tandil.
Es la tercera vez que el clúster viaja a Colombia, primero en el marco del proyecto FOCAL (Fortalecimiento de la Cadena Láctea), y luego también, para presenciar una de las ferias más famosas de ese país. “En cuestiones productivas Colombia no se destaca en quesos madurados sino en quesos frescos, requesones y costeños. El clima no les permite tener una producción como la que tenemos acá, y también en lo cultural no tienen tanto consumo. Aun así hay desarrollos como en Paipa, que ya tiene un queso de maduración de 30 días que tiene denominación de origen, muy trabajada con los productores de la zona y equipos técnicos. Lo positivo que nos traemos es ese trabajo indentitario, que ellos lo trasmiten con tanto amor y cariño, ligado a su producto. Ahí desde el clúster tenemos una experiencia muy linda que buscamos transmitir en las reuniones a futuro”, aseveró Rancez.
En el periplo que duró una semana, también hubo tiempo para transmitir las experiencias locales en sitios donde la gestión asociada genera agrado. A raíz de esto último Rancez señala que, “ellos miran con mucho anhelo el trabajo que hacemos con la producción de quesos semi duros, con algún grado de maduración. Les llama mucho la atención el público que se ha volcado a ese tipo de producto, como así también el trabajo mancomunado que hacemos con los distintos estados, ya sea el municipal, provincial o nacional y los esquemas asociativos que tenemos. Ahí ponen el ojo, en la gestión asociada para coordinar y con esas transferencias quedaron muy contentos con el vinculo que trabajamos”.
De cara al futuro el clúster quesero se prepara para un cierre de año que los tendrá como protagonistas de un evento que siempre atrae a muchas personas como la cuarta edición de la Fiesta del Queso Tandilero. “Estamos terminando de definir la fecha que será seguramente la primer semana de diciembre, trabajando con la venta de los espacios y stands. Pretendemos que la unión de productores de la cuenca Mar y Sierras tenga un lugar preponderante, poniendo en valor nuestra cadena productiva, que la gente lo pueda ver en el evento. También estamos en tratativas con el municipio y la provincia para que nos puedan acompañar desde diversos lugares. Estamos generando iniciativas y trabajo involucrando a muchas instituciones con un catálogo de quesos”, finalizó Lucio Rancez.