El núcleo de operario de la exLoimar que tras la lucha logró abrir las puertas de su propia cooperativa
Fueron compañeros de trabajo en la ceramista que cerró y por la que también estuvieron juntos durante lo que se prolongó el conflicto, logrando un lazo inquebrantable. Esa hermandad los llevó a apostar a “El Núcleo”, una cooperativa donde construirán baldosas. La perseverancia, la unión y el apoyo del municipio, fueron claves para prosperar con el proyecto asociativo.
._j_p_g.jpg)
Finalmente los extrabajadores de Loimar cuentan con el espacio físico donde poder empezar a dar forma e impulso a la Cooperativa El Núcleo, que lograron gracias a la constancia, las ganas de seguir adelante y el apoyo municipal, donde harán lo que mejor saben hacer: fabricar cerámicos.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailUbicados en colectora Macaya al 1900, seis de los operarios de la planta ceramista ubicada en el camino de acceso al Parque Industrial que no fueron convocados para trabajar bajo el esquema del nuevo fideicomiso TandilCeram, abren las puertas de un sueño después de tanto luchar por sus derechos.
Si bien están a la espera de algunas herramientas encargadas a Buenos Aires, revelaron que ya tienen la materia prima para empezar dentro de poco a vender sus propias baldosas.
“Esto es una alegría inmensa”, enfatizó Sebastián Gere, quien junto Marcelo Mario, Silvio Blanco, Omar Dianes, Maximiliano Torres y Ramón Silva apostaron todo al emprendimiento que para agosto podría entrar en etapa de producción.
Ellos decidieron llamarse “El Núcleo”, porque buscaban precisamente representar eso que quedó tras la lucha luego de ser despedidos. “Lo de Loimar está cerrado, pero quedamos nosotros unidos conformando un núcleo fuerte”, explicó.
Sin prisa, pero sin pausa
Vale recordar que a poco finalizado el conflicto que se desató por el cierre de la fábrica de ladrillos y cerámicos Loimar, un grupo de empleados despedidos llevó la inquietud a la Secretaría de Desarrollo Productivo y Relaciones Internacionales del Municipio con miras a generar una alternativa laboral para reconvertirse y volver a producir.
Desde ese entonces comenzaron un camino de acompañamiento que requirió de un arduo trabajo y reuniones que incluyeron a Acción Cooperativa, dependiente de ministerio de Producción bonaerense, y otras vinculaciones favorables.
Con los típicos tiempos burocráticos en el medio, las cosas se fueron dando paulatinamente y sin pausa. Hoy están a la espera de los moldes que encargaron para poder hacer los pisos, pero ya cuentan con el resto del material y los elementos esenciales en cuanto a materia prima, listos para arrancar. Mientras, organizan la materia prima y realizan premoldura.
Las adquisiciones, según contó Gere, fueron posibles gracias a una inversión inicial que hicieron ellos y a que desde el Municipio les otorgaron un Aporte No Reembolsable (ANR) disponible por la normativa vigente para grupos asociativos, a modo de subsidio.
De esta manera, del 100 por ciento del desembolso inicial requerido, una mitad puso el Estado y a la otra la misma cooperativa. De acuerdo al cálculo que había anticipado la secretaria de Producción loca, Marcela Petrantonio, están hablando de una inversión que ronda los 600 o 700 mil pesos.
“Esperamos estar listos y empezar a producir los primeros días de agosto”, planteó el operario, que aclaró aun aguardan la matrícula del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), mientras que lo referido a habilitación y otras cuestiones están avanzando gracias al asesoramiento municipal.
Cabe recordar que Petrantonio reveló en El Eco Multimedios a principio de este mes que recientemente habían logrado registrar oficialmente la cooperativa.
La oportunidad
Si bien la lógica que se desarrollará es de cooperativismo, el desafío no deja de colocar a los ceramistas en un rol más exigente, donde deberán formarse para poder afrontar un plan de negocio y hacer que la actividad sea rentable.
“Es una alegría inmensa, sobre todo poder seguir trabajando con mis compañeros, con los después de tanta lucha somos como hermanos”, reflexionó Sebastián Gere, que aseveró que la apertura de estas puertas es sin dudas una apuesta que todos coinciden con entusiasmo en ver como una oportunidad.
En este sentido, aclaró que la intención era que pudiera albergar a más de ellos, sin embargo para iniciar era preferible un grupo más reducido, pero aseguró que cuando la fábrica empiece a funcionar ese cupo se ampliará.
Las expectativas de este proyecto propio es enorme y claro que trae la clásica incertidumbre de saber qué pasará, pero en su caso eso se profundizó en algún momento porque no sabían que hubo gente a favor y en contra de las manifestaciones, paros y reclamos por lo sucedido con Loimar.
“Nosotros peleamos por no perder derechos ganados”, explicó y también contó que, para su tranquilidad, ya muchos les han consultado por el trabajo y los están apoyando. “Yo creo que va a funcionar”, afirmó.