No les renovaron el permiso
La familia Ruppel quiere conservar su florería en la rotonda y creen que hay "otros intereses" en juego
Los titulares del puesto de flores "Los aromos", ubicado en la rotonda de la Ruta 226 y Aristegui, siguen trabajando con el permiso vencido y se niegan a abandonar su lugar, aunque tienen la concesión de un espacio sobre avenida Buzón. Quieren que el Concejo revea su postura y les permita quedarse. Alegaron que la situación vial es igual desde más de diez años y que no representan un peligro para el tránsito. "Hay algo malintencionado detrás de esto", sostuvieron.
La relocalización de la florería "Los Aromos", ubicada en Aristegui y rotonda de la Ruta 226, hacia otro lugar en avenida Buzón y Constitución, provocó no solamente un debate en el seno del Concejo Deliberante por la asignación de los espacios públicos, sino que generó la reacción de los propios dueños del emprendimiento.
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La negativa a renovar la cesión del espacio público por parte del Legislativo, por los inconvenientes de tránsito que acarrea, obliga a la familia Ruppel, titular del negocio desde hace 14 años, a trasladarse a otro sitio. El tema es que no quieren hacerlo y que, además, creen que hay otros intereses en disputa.
De este modo, en diálogo con El Eco Multimedios, Valeria y Diego Ruppel explicaron que en 2007 empezaron a proyectar la florería y a diseñar el plan de negocios que los trajo al presente.
Con todo en regla, en junio pasado enviaron la solicitud de renovación del permiso y se encontraron con la negativa del Concejo, que fue comunicada por el edil de Juntos, Mario Civalleri, presidente de la Comisión de Obras Públicas, y por su compañera de bancada, la concejal Guillermina Cadona.
“A los 15 días nos avisaron que no podían renovarnos porque era una zona peligrosa y estaba la queja de un vecino. La rotonda es la misma de hace 12 años, cuando se hizo, porque cuando empezamos no había nada, pero hace más de diez años que está igual y nos renovaban bajo estas condiciones”, detalló la mujer.
Y señaló que en ese mismo momento les informaron que tenían que conseguir otro lugar, público o privado, para continuar con su actividad comercial.
“Nosotros pensábamos seguir normal y ahí nos dimos cuenta de que necesitábamos un plan b, porque lo nuestro es de pasada, no podemos buscar un lugar lejos (N. de la R. queda de paso hacia los dos cementerios locales y constituye un enclave estratégico). Vimos un lugar en Buzón y Constitución, pedimos permiso a los dueños de la estación de servicio que esta ahí, porque si bien la vereda es un espacio público y el Concejo nos tenía que autorizar, tampoco queríamos molestar, pero tuvieron muy buena predisposición”, relató Valeria.
Posiciones encontradas
No obstante, aunque el permiso para operar en avenida Buzón fue concedido, los floristas no quieren abandonar su lugar y esperan que el Legislativo reconsidere su posición. "Esperamos que revean la posibilidad de que nos quedemos, no queremos dejar a nuestros clientes, recibimos el apoyo de de más de 500 vecinos que firmaron una solicitada a nuestro favor. Nada cambió, ¿por que dicen que ahora estamos en peligro?”, cuestionaron.
En tanto, precisaron que hay un informe de Validad Nacional del año 2014 que avala la seguridad del puesto y argumentaron que la traza vial a esa altura no registra mayores inconvenientes, y que no presenta un riesgo de siniestralidad vial como adujeron desde el Concejo.
Además, como se venció la licencia anual y no fue prorrogada, en este momento están trabajando sin permiso y bajo advertencia de clausura.
“Creemos que hay otro tipo de intereses particulares y vamos a luchar por quedarnos. Hay algo malintencionado detrás de esto que afecta directamente nuestra economía y nuestro modo de vida”, remató Valeria Ruppel.