Tras una prolongada temporada de frío y una “primavera con inercia de invierno”, como había transmitido a este medio el meteorólogo Gustavo Czop, en Tandil comenzaron, de a poco, a llegar los primeros días de calor. Y con éstos, algunas de sus problemáticas consecuentes, como la amenaza del Dengue. 

Por dicho motivo fue consultado por El Eco Multimedios Ignacio Diribarne, a cargo de la Dirección de Bromatología del Municipio quien brindó detalles de las acciones que realizan en cuanto a la prevención y promoción de cuidados. 

Sostuvo que se encuentran “preparados para renovar la campaña de diagnóstico que se viene haciendo desde hace tres años, entre los meses de diciembre a mayo”. En este sentido mencionó principalmente “la colocación de aproximadamente 50 ovitrampas” en diferentes lugares de la ciudad y zonas aledañas, en el marco de un trabajo realizado junto a la Facultad de Veterinarias.

Las ovitrampas son pequeños frascos recubiertos con pintura oscura, los cuales se llenan con agua y a los que se les adosa un bajalengua. “Semana a semana se va cambiando ese bajalengua y se envía al laboratorio de la facultad”, sostuvo Diribarne. En la casa de estudios, es el investigador Darío Vezzani quien realiza un trabajo de diagnóstico para determinar si se encuentran huevos de Aedes. A través de la posibilidad de detectar la presencia del mosquito, desde la Dirección pueden llevar a cabo acciones concretas para impedir su propagación, o profundizar en las zonas correspondientes los controles hogareños.

Diribarne precisó también que aunque disminuyó la presencia del mosquito en el último año, “el Aaedes está en Tandil, ha sido detectado”. Señaló que en la ciudad “todavía no tenemos ningún caso autóctono”, e instó a “estar atentos”. En este sentido se refirió a que aquellas personas que realicen viajes a lugares donde sí se ha comprobado la existencia de casos, no dejen de controlarse médicamente ante la presencia de síntomas como dolores de garganta, fiebre o dolores musculares. 

“El secreto de todo esto está en la toma de consciencia de cada uno de nosotros,  de controlar los lugares donde podemos tener agua estancada”, sostuvo el director de Bromatología. Se refirió a las “tareas que podemos encomendar en nuestras casas”, como el mantenimiento de las piletas de lona, o la limpieza de cuencos y afines que podrían acumular agua. 

El director de Bromatología concluyó señalando que el mosquito en cuestión no tiene un comportamiento predecible, y advirtió particularmente por los lugares donde se depositan cubiertas usadas.