Tandil
La Escuela de Cerámica prepara otra intervención artística para embellecer las escalinatas de Villa Italia
Las emblemáticas escalinatas de Vigil y Quintana sumarán una nueva propuesta. A los azulejos colocados sobre los escalones, se anexarán el escudo nacional y el italiano. Fueron realizados mediante la técnica de mosaiquismo y a fin de mes serán presentados formalmente.
La Escuela de Cerámica se prepara para concretar una nueva intervención en las tradicionales escalinatas de Quintana y Vigil, en Villa Italia. Luego de revestir el frente de los escalones con azulejos realizados a mano, la propuesta artística avanzará con la colocación de los escudos de la República Argentina y de la República de Italia realizados con la técnica de mosaiquismo.
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La iniciativa se gestó en 2019 en el marco de la cátedra de Cerámica IV, de la carrera del profesorado en artes visuales con orientación en cerámica. Al presentar la primera obra, en septiembre del año pasado, surgió la posibilidad de continuar con la tarea y diseñar los escudos para completar la idea.
Así, los docentes y alumnos pusieron en marcha este año la segunda parte del trabajo, guiado por la profesora Nora Mendivil, su ayudante de cátedra Nancy Salle y las docentes Cecilia Castaño y Andrea Obrejón.
En coincidencia con la Semana de las Artes, el próximo 29 de septiembre será la presentación formal de la intervención, que completará la obra inspirada en los colores de ambos países.
El proceso
El trabajo se inició en una de las aulas de la institución ubicada en 9 de Julio 276. Allí, los estudiantes utilizaron una máquina llamada laminadora que les permite amasar y estirar la pasta para su corte.
Con moldes plásticos, cortaron los azulejos del tamaño deseado e imprimieron en la parte inferior un patrón para darle textura y que la pieza tenga “mordiente” cuando se lo coloque sobre la superficie elegida.
Luego, los azulejos fueron sometidos a una primera horneada que habilita el proceso de esmaltado con el pigmento elegido, antes de pasar nuevamente por el horno.
La cantidad de piezas fue calculada en función del tamaño de cada uno de los proyectos. En ese caso, elaboraron cerca de un centenar para armar un escudo de 1,60 de alto y un metro de ancho y otro de similares dimensiones, con los colores definidos para cada parte.
El patrón se planteó sobre la mesa de trabajo. Tras varias horas de corte, en una tarea manual que demandó precisión y mucha fuerza, lograron pequeños pedazos de mosaicos para comenzar a plasmar sobre el diseño. En el caso de las hojas o de los rayos, el tamaño se adecuó a las características del dibujo, para evitar que se pierda la figura.
“Igualmente, hay que mirar el esquema desde la distancia”, sugirió la profesora Andrea Obrejón, sobre una actitud que incluso forma parte del armado para certificar los detalles de diseño, “si coinciden las partes, si se distinguen las hojas”, explicó.
En ese sentido, la alumna se segundo año de la carrera, Eugenia Miranda del Fresno, agregó que la obra se luce desde la vereda o desde la calle.
El diseño se plasma sobre una malla plástica de 20 por 20 centímetros, que facilita el posterior traslado y armado sobre la superficie final. En este caso, “no se pone pastina sino que el mismo cemento hará su trabajo”, además quedará “más integrado” a las piedras que lucen las emblemáticas escalinatas de Villa Italia.
La intervención anterior fue con el mismo sistema, por lo que “no amerita hacer un cambio”, agregó la alumna.
Las gestiones
Sin embargo, el proceso comenzó mucho antes. En el inicio del ciclo lectivo, con la vuelta a la normalidad luego de la pandemia, la propuesta pedagógica tomó un nuevo impulso.
Así, la coordinadora del proyecto armó una carpeta con los detalles para poner en marcha las gestiones y lograr la autorización correspondiente para el uso del espacio público y conseguir el financiamiento necesario para la compra de los materiales.
“Fuimos al Municipio, a la Subsecretaría de Cultura a presentar el proyecto, elevamos un pedido al Concejo Deliberante” para obtener la autorización de uso del espacio público, “siempre pensando en que todo lleva tiempo”, repasó Nora Mendivil.
Así, citó la experiencia de revestir los 180 escalones escalinatas de Vigil y Quintana con los 1.500 azulejos, en una propuesta que comenzó en 2019. Hacia finales de ese año, un problema técnico con el material de una de las escalinatas detuvo las tareas y en 2020 el ciclo lectivo no pudo iniciarse por la pandemia, por lo que la obra se demoró más de lo previsto.
Al inaugurarse la intervención, en septiembre del año pasado, comenzó a gestarse la idea de sumar los escudos de la República Argentina y de la República Italiana para completar el esquema.
La propuesta nació en la cátedra de Cerámica IV. Mendivil había viajado a Calamuchita, Córdoba, donde vio una escalera con una intervención de mosaicos y pensó en la posibilidad de hacer algo igual en Tandil. Le comentó a su ayudante de cátedra Nancy Salle, quien le dijo que en su barrio, Villa Italia, tenían escalinatas y empezaron a gestar el proyecto.
La materia contempla una intervención en el espacio público, por lo que la idea pudo concretarse finalmente.
El impacto de la obra
La alumna de segundo año de la tecnicatura en Cerámica, que también participó del anterior proyecto, destacó la importancia de la intervención en el espacio público y el impacto de la experiencia en la formación profesional.
“Hicimos el proceso desde cero y fue muy bueno. Además es enorme y hoy vemos cómo los vecinos lo hicieron suyo y aprovechan el espacio”, expresó Eugenia Miranda del Fresno, que también puso de relieve la participación de los estudiantes, de los vecinos de Villa Italia y de otros puntos de la ciudad en la colocación de las piezas.
El proyecto dejará un aporte para toda la ciudad y generó un lazo entre la comunidad educativa y artística con los vecinos de la histórica barriada.