La rescatista Erika Esteban dejó la casa para evitar que la desalojen junto con sus perros
La mujer convivía con nueve perros, algunos con patologías que requieren atención diaria, tras algunas instancias judiciales con los dueños de la casa que alquilaba, se ordenó el desalojo para este lunes, por lo que decidió irse antes de que ocurra. Aún sigue en la búsqueda de un hogar para ella y sus animales.
La semana pasada se informó sobre la desesperante situación a la que se enfrentaba Erika Esteban, una joven rescatista de la ciudad, a cargo de nueve perros, que iba a ser desalojada luego de que los dueños de la casa que alquilaba decidieran no renovarle el contrato, sin darle mucho tiempo ni explicaciones.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailDe los perros que cuida, hay tres que necesitan una atención diaria, ya que uno de ellos sufre problemas de ansiedad, otra padece de algunas fobias, y otra tiene el síndrome de pica, una extraña condición en la que el animal siente la necesidad de ingerir alimentos y sustancias de todo tipo, sin distinguir si son comestibles o no.
Luego de estar un tiempo en Villa Cacique, ya que no conseguía un lugar para alquilar en Tandil, decidió volver a probar suerte, y consiguió, hace tres años, una casa para ella y sus acompañantes, a la cual decoró con un mural que representa su amor con los canes, y vivió allí en paz por un tiempo.
Hace poco menos de un año, comenzó a tener algunos desencuentros con los dueños, que según ella tienen que ver con la cantidad de perros que alojaba, y le dieron seis meses para dejar la casa. De un día para el otro, ese plazo se acotó y le notificaron que debía dejar la casa en la brevedad, algo que, en medio de la crisis de alquileres que vive Tandil, y considerando su situación, significaba prácticamente quedar en la calle.
Luego de buscar incesantemente un alquiler durante seis meses y no conseguirlo, decidió ir a juicio, lo perdió y en diciembre de 2022 se dictó el desalojo. Por la feria judicial tuvo un mes más para buscar un nuevo hogar nuevamente, sin que la acepten ningún lado. Recurrió a distintas organizaciones, pero nadie pudo solucionar su problema más que ofrecerle un tránsito temporal para algunos de los perros.
Así fue como culminó la feria judicial, y se le puso fecha a su desalojo para este lunes. De todas formas, en pos de evitar una situación de violencia, Esteban decidió irse un día antes, sin tener un lugar donde quedarse de forma estable.
La situacion actual
Tras estas difíciles circunstancias, la rescatista se comunicó con El Eco de Tandil y contó cómo se las está arreglando mientras busca desesperadamente un nuevo sitio para ella y su familia canina.
“Hice toda la mudanza, quedaron las cosas en lo de una amiga, y los cinco perros más viejitos fueron a la casa de una chica que les está haciendo tránsito de forma gratuita, otro fue con una amiga, y yo estoy en lo de otra amiga que se fue de vacaciones, cuidándole la casa con los otros tres”, narró.
Cuando su amiga vuelva de vacaciones uno de los perros se va quedar ahí ya que ella tiene sus dos mascotas, “y yo me quedaré moviéndome con las dos perras que quedan, otra opción no tengo, iré a lo de mi hermana un tiempo y después me seguiré trasladando hasta que encuentre algo”.
Una de las cosas que más le indignó de este embrollo fue que los dueños, aun sabiendo de su labor asistencial, decidieron denunciarla a Bromatología para que le saquen a sus canes. Por suerte, ella ya estaba contacto con un trabajador de allí, quien le estaba gestionando el tránsito de los más ancianos.
“El sábado me avisó mi abogado que me habían denunciado a Bromatología, para que vayan y se lleven a los perros antes de que me desaloje la policía, pero bueno, de ahí mismo, uno de los chicos que trabaja en conducta, ya se había puesto en contacto conmigo para ayudarme, sin estar al tanto de la denuncia, y fue el quien me consiguió el tránsito para los cinco más viejitos. Pero si yo me quedaba me iban a caer y se iban a llevar a todos”, afirmó Esteban.
Debido esta situación de absoluto estrés, en la que tiene que estar separada de sus compañeros de vida y sin un lugar fijo para vivir, la joven está siendo medicada y acude al psicólogo, debido a una serie de ataques de pánico que le vienen ocurriendo por todo lo que le toca vivir.
Aun así, debe seguir recorriendo la ciudad y llamando a las inmobiliarias y alquileres particulares, ya que lo que ha conseguido solucionar hasta ahora es temporal, por lo que si no quiere perder a sus perros, deberá obtener cuanto antes un hogar.