JOAQUÍN GUILLERMO&nbsp;<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2024/05/joaquin_guillermo.jpg" alt="Joaquín-guillermo"></figure>Falleció el 2 de abril de 2024. Nació el 18 de enero de 1945.&nbsp;"En memoria de quien fuera Joaquín Guillermo, le agradecemos a Dios por haber tenido un excelente padre, amigo, que nos educó con todos los principios.Te amaremos eternamente, tu hija, yerno, tus cinco hijos, nueras, nietas, nietos, bisnietos, bisnietas y demás parientes, además de amistades.Vivirás eternamente en nuestros corazones".MARCOS GRASSO<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2024/05/marcos_grasso.jpg" alt="Marcos-Grasso"></figure>Con profundo pesar, la familia Grasso anunció el fallecimiento de su amado padre, hermano y amigo, Marcos Grasso, quien partió de este mundo el 2 de abril de 2024, dejando un vacío imposible de llenar en los corazones de quienes lo conocieron.Nacido en Tandil en&nbsp;noviembre de 1966, Marcos creció entre la tranquilidad del campo y la vivacidad de la ciudad, forjando su carácter entre las calles de Gardey y los pasillos del Colegio San José. Su búsqueda de conocimiento agropecuario lo llevó a Unicen, en Azul, donde cultivó su mente.&nbsp;Marcos encontró su verdadera pasión en los momentos compartidos con sus seres queridos, en las divertidas conversaciones alrededor del fogón de Los Ceibos. Su pasión por la ganadería era incomparable, llevándolo a recorrer las pistas de Palermo, La Pampa, San Luis, Viedma, Córdoba, la Patagonia, hasta Uruguay, en busca de los mejores ejemplares. Su compromiso con la raza Hereford fue innegable, culminando en su nombramiento como Comisario, posición que desempeñó con total entrega y pasión.Su unión con Laura Tolosa fue un testimonio del amor que compartieron, dando vida a dos hermosos hijos: Delfina y Tomás, quien lo aguardaba en el cielo. Marcos fue el primogénito de la unión entre el Dr. Daniel Grasso e Irma Durán y un hermano ejemplar para María Eugenia, Gabriela, Leandro, Luciano y Marcela.Su hija mayor, Delfina, lo recuerda con afecto y admiración como un hombre de corazón noble, generoso hasta el extremo, siempre dispuesto a ofrecer una mano amiga y una sonrisa reconfortante.&nbsp;Marcos fue un compañero leal, un padre amoroso y un amigo incondicional, cuya presencia será extrañada en cada momento compartido en familia, en cada risa entre amigos y en cada gesto de bondad."Aunque su partida deja un doloroso vacío en nuestras vidas, encontramos consuelo en la certeza de que Marcos ahora descansa en paz, guiando nuestros pasos desde las estrellas junto a su amado hijo, Tomás.&nbsp;Marcos vivirá eternamente en nuestros corazones, recordado con cariño en cada anécdota compartida, en cada suspiro de nostalgia y en cada rayo de sol que ilumine nuestro camino. Que su memoria sea un faro de amor y esperanza para todos los que tuvimos el privilegio de conocerlo.Descansa en paz, querido Zurdo. Tu luz seguirá brillando en cada rincón de nuestras vidas".ROQUE HUGO MÓNACO<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2024/05/roque_monaco.jpg" alt="Roque-Mónaco"></figure>Falleció el 25 de abril de 2024.&nbsp;Vinó a este mundo el 15 de noviembre de 1934 y desde muy joven se dedicó a la construcción. Con el correr de los años, se casó con Olga Haydée Carra y llegaron sus hijos Claudio y Marcela. Ellos formaron sus familias y luego llegaron los nietos, a los que cuidó. Ellos lo amaban y aún lo siguen haciendo.A los 89 años, decidió partir junto con su compañera de vida. “Nunca te vamos a olvidar, viejo loco. Con amor, tu familia”.FLORIANO VILLALÓN&nbsp;<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2024/05/florencio_villalon.jpg" alt="Florencio-Villalón"></figure>Falleció el 22 de abril de 2024, en Tandil, a los 84 años.Había nacido el 17 de julio de 1939, fruto de la unión entre Floriano Villalón y Antonia Ricardi, en la ciudad de J. N. Fernández. Junto a sus hermanos José, Mario, Ana, Horacio y Carlos, se crió en el campo, trabajando junto a su padre.Emigró a Tandil con sólo 18 años. Comenzó a trabajar como aprendiz en la panadería La Argentina. Brogno fue uno de sus maestros. Con el tiempo, trabajó en otras icónicas panaderías, y terminando sus labores, hacía sus recorridos de reparto con la Villalonga (hoy expuesta en el Museo del Fuerte) por la zona de Cerro Leones, La Movediza y alrededores.Un 3 de abril, contrajo matrimonio con Ester Norma García, quien lo acompañó, amó y cuidó hasta sus últimos días. Fruto de esa unión, nacieron Laura, Fernando, Mauricio y Carolina.Fue colectivero de la Línea 505, pasó muchos años manejando el icónico marrón Nº 9, sus compañeros lo apodaron “Pingüino” y “Cacho”.Fue parte del antiguo club Imparciales, se destacó como jugador de fútbol en el Agrario y en el club Social y Deportivo Villa Aguirre, donde lo homenajearon cuando cumplió sus 70 años, en reconocimiento por su trayectoria en el club.Fue ejemplar padre, dio la mejor educación a sus hijos. “Aunque su educación fue la vida, nos enseñó que fuéramos respetuosos, éticos y morales y, sobre todo, que para progresar en la vida hay que trabajar muchísimo, si no las metas no se logran”.Su familia creció y llegaron los hijos e hijos políticos: Sergio R. Franchini, Mariana Villalba y Jorge Gómez, que le dieron la felicidad que le estaba faltando, sus siete nietos: Sergio A., Sabrina, Sasha, Esteban, Aixa, Nahuel y Antonia; y tres bisnietos: Ámbar, Helena y Giovanni.No faltaba a ninguna milonga que se armara.&nbsp;"Creo que todo los que conocieron a “Cacho” apoyarían estas humildes palabras de elogio: Viejito, te agradezco todo lo que nos regalaste, pero lo fundamental y más valioso: ‘la vida’, tu dolor ya se fue, ahora tu alma está descansando en paz.Por siempre estarás en nuestros corazones".ADELINA B. MARCHIONI DE MERÉ&nbsp;<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2024/05/adelina_marchioni.jpg" alt="Adelina-Marchioni"></figure>"Se cumplieron más de dos meses de tu partida. El tiempo cronológico, frío e implacable, no concuerda para nada con lo que siente mi alma.Hoy me obligué a escribir unas líneas sobre tu vasta y atareada vida porque fuiste ejemplo de trabajo solidario y de amor por lo que hacías.Adelina, ‘Ade’, ‘Ma’, ‘abuela Lina’, ‘Bocha’… ¡Querida hermana!Llegaste primera al humilde hogar de Rosita y Alberto (fuiste su ‘Bochita’), luego nacieron tus hermanos: ‘Pelo’ y ‘Toly’ (lamentablemente fallecidos muy jóvenes) y, bastante más tarde, para romper ese compacto trío de hermanos, aparecí yo: ‘Colette’.Siempre contaban que desde muy pequeña te distinguías por la intensidad y firmeza de tu carácter, características que fuiste cultivando en tu camino, convirtiéndote en una mujer de una fuerte, dinámica y comprometida personalidad.La fe siempre fue tu aliada, por eso aún muy jovencita te acercaste a la capilla del barrio, San José Obrero, y comenzaste a dictar clases de catecismo, brindaste también tu saber en la Parroquia Nuestra Señora de Luján unos cuantos años, y luego en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, donde permaneciste hasta el fin de tus días.Simultáneamente, impartías clases de mecanografía (ad honorem), en el entonces Hogar de Niñas. Tomabas clases de costura ya que diseñabas y cosías tus prendas con tu sello de originalidad.&nbsp;Más tarde, ingresaste a La Legión de María, permaneciendo en ella varios años.Matizabas&nbsp;estas obligaciones con tu grupo de amigas, las tertulias, encuentros en Confitería Rex, los famosos bailes de Carnaval en el club Santamarina. ¡Te encantaba ir a bailar! Y así, en alguna de esas salidas, llego el amor: ‘Aníbal’. Reuniones, noviazgo y en 1967 asumiste, con él, tu mayor compromiso y te convertiste en la esposa de Aníbal Meré. Juntos formaron un buen dúo: vos, siempre atenta a nuevos desafíos y él, con su apoyo incondicional, disfrutaba tus propuestas, las tomaba como propias y trabajaban juntos.Tiempo más tarde llegaron los hijos: Mauricio y Sebastiano. Concretaste el mejor objetivo: ¡la familia! Una nueva época abocada a la crianza de los hijos y a las tareas del hogar. Sin embargo, tu espíritu inquieto rescató tu enorme vocación por el canto, que estaba en tu esencia, marcó tu destino y se plasmó definitivamente cuando, en 1972, nació el Coro Estable de Tandil, dirigido por B. Moroder. Sin dudarlo, al poco tiempo, te incorporaste al grupo inicial.&nbsp; A tu lado, como siempre, Aníbal, que también encontró su espacio: primero colaborando con las tareas organizativas generales y luego ocupándose de la administración contable de la institución. Vos, alternando ensayos, presentaciones, viajes, conciertos, etc., con las labores hogareñas.Resultaba llamativo ver a esta familia, Mauri y Seba, pequeños aún, creciendo junto a estos papás tan activos socialmente, de modo que era frecuente verlos, ya sea correteando por los pasillos de Bellas Artes (donde ensayabas), jugando con sus autitos o haciendo travesuras en algún espacio mientras los adultos se reunían y proyectaban. En fin, los niños en su mundo, pero siempre los cuatro juntos.El tiempo transcurre, los hijos son jóvenes construyendo sus vidas… Una vez más junto con Aníbal y otros tantos desplegaste tu enorme capacidad de trabajo al servicio de la organización de aquellos inolvidables Festivales de Coros, emblemáticos en la ciudad, que recibían una inmensa cantidad de coreutas y amantes de la música en general. ¡Cómo no recordar tan bello espectáculo que culminaba con la esperada Masa Coral, conmoviendo a los miles de espectadores que estallaban en aplausos.¡Amabas pertenecer al Coro, tu voz maravillosa se expandía libremente y amalgamaba con otras voces fluyendo en cada concierto por más de 50 años! ¡Sólo abandonaste tu coro cuando te fuiste para siempre, seguramente desde donde te encuentres, buscarás nuevas melodías!Con los hijos adultos, la familia se consolidó aun más cuando Patricia y Mauricio te regalaron los nietos: Agustín y Juan Ignacio, motivo de gran felicidad, amor incondicional y orgullo permanente.Y vos continuaste haciendo, participando junto a Susana Platero, Beatriz Harispe y otros&nbsp;en Tandil Canticum.&nbsp;¡Incursionaste en el Coro de la Tercera Edad, compitiendo en los Torneos Bonaerenses con gran éxito!&nbsp;Poseedora de una enorme sensibilidad por el arte, descubriste una nueva faceta y decidiste explorarla: el teatro. De la mano de José María Guimet, fuiste protagonista en varias obras que hacen al bagaje cultural de nuestra ciudad, entre ellas la recordada obra Juan Moreira, junto a José L. Lanza. Fue Guimet quien te convenció para representar al Ángel que anunció la Resurrección de Jesús, en el espectáculo de las Escenas de la Redención. Tiempo después le prestaste tu voz a ese Ángel (grabación que perdura hasta nuestros días).Desde otro ámbito, te propusiste rescatar la Fiesta del Mecánico para homenajearlos en su día. Una vez más, con Aníbal, listos para organizar, juntar fondos, preparar obsequios, etc. Así, durante varios años, cada 24 de febrero les dieron vida a emotivas exitosas fiestas.&nbsp;Todas estas actividades no impidieron jamás que continuaras con tu labor como catequista en la formación de generaciones de niños, a quienes preparaste para su Primera Comunión. Te recuerdo apurada, confeccionando tarjetas, cosiendo alguna túnica&nbsp;o lo que hiciera falta para tus pequeños alumnos.Siempre ‘abriendo brecha’, aportando ideas, plasmando tu enorme talento. Fuiste aquella que, con enorme sensibilidad, cada 24 de diciembre preparaba el Pesebre Viviente en la Parroquia, espectáculo digno de tu chispeante y contagiosa imaginación que convencía y movilizaba a la comunidad toda.Se te podía encontrar planchando el traje para San José, tiñendo el manto para la Virgen, buscando elementos para la escenografía y entusiasmando a quienes te rodeaban.Así, llegó uno de tus máximos logros El Pesebre Viviente Gaucho junto al recordado Gerardo Villar y sus compañeros, adecuando los diálogos, con los animalitos reales, la búsqueda de una escenografía bien campestre. Niños y adultos comprometidos con el nuevo proyecto, con la ansiedad propia de un estreno, hasta que el día llegó y el trabajo culminó triunfalmente entre lágrimas y villancicos.Querida hermana, con orgullo y admiración afirmo que ¡fuiste una mujer totalmente de vanguardia! No era frecuente por aquellos años que una mujer persiguiera y concretara sus sueños artísticos (aun con el apoyo familiar), ¡pero a vos nada te detenía!En cuanto a nosotras, hemos compartido penas y llantos, también sonrisas y alegrías. Soy, ahora, la única rama que prevalece de nuestro árbol familiar ¡y eso duele!Te agradezco desde las trenzas apretadas que me hacías para ir a la escuela hasta la posibilidad de permitirme cuidarte, mimarte y mirándonos profundamente, sin palabras, comprendiste que acompañaba tu partida.Te recordaré así, a través de las palabras de Eladia Blázquez: ‘¡No! Permanecer y transcurrir, no es perdurar, no es existir, ni honrar la vida. Eso de durar y transcurrir no nos da derecho&nbsp; a presumir, porque no es lo mismo que vivir honrar la vida’".&nbsp;

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