Servicio suspendido
Negaron deudas con los anestesistas, pero los afiliados de IOMA pagan más de 200 mil pesos la prestación
La Mutual 23 de Diciembre desmintió que la entidad mantenga una situación irregular con los anestesistas, pero la cobertura está interrumpida. Mientras tanto, los usuarios deben reprogramar las intervenciones o pagar el costo de la prestación de su bolsillo.
En los últimos días se informó a través de este medio que una de las pocas prestaciones que tenían garantizadas los afiliados de IOMA Tandil por parte de la Mutual 23 de Diciembre, había dejado de funcionar. Sin previo aviso, se enteraron de que las operaciones programadas que necesitaran de anestesia tendrían que ser reprogramadas o, de lo contrario, el paciente debía abonar los gastos del servicio.
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Desde la Asociación de Anestesiología basaron su decisión en la falta de pago de la prestadora y, en contrapartida, la entidad emitió un escueto comunicado en el que negó irregularidades con los profesionales en cuestión. El comunicado oficial difundido este viernes explica que "a la fecha la Asociación Mutual 23 de Diciembre no presenta deuda con la Asociación Tandilense de Anestesiología". Sin embargo, la cobertura no se restableció por el momento.
Los problemas de los afiliados de la obra social bonaerense se multiplican en el tiempo y con esta decisión de los anestesiólogos, la conflictividad sumó un nuevo capítulo que los mantiene en vilo. Cabe señalar que hacía muchos años que IOMA no cubría la anestesia en Tandil, pero a partir de la llegada de la mencionada mutual se comenzaron a brindar dichas prácticas.
“Si pagás, te operás"
Carolina Mataluna es una de las damnificadas y decidió hacer público su caso. Ante los micrófonos de El Eco Multimedios relató que, tras intentar llegar a un acuerdo con autoridades de la obra social y agotar las opciones posibles, debió hacerse cargo de una suma mayor a 200 mil pesos para que su marido pudiera operarse en tiempo y forma. La situación de Carolina Mataluna y su esposa es la de tantos otros usuarios de IOMA, que en la misma sintonía esgrimen los diferentes inconvenientes a los que se enfrentan cuando deben utilizar la cobertura social.
En este marco, la afiliada contó que fue notificada el día anterior a la cirugía de la interrupción del servicio, y que las opciones eran reprogramar la intervención o pagar el costo de la prestación, que ascendía a 223 mil pesos.
Ante este escenario, evaluaron que reprogramar la operación implicaba dilatar los tiempos, repetir los estudios, y llegar al nuevo día sin saber si la problemática iba a estar resuelta efectivamente.
“Teníamos aprobado todo el procedimiento, todo las autorizaciones impresas y la cirugía ya estaba acordada. Teníamos tiempo hasta las 14 del miércoles de resolver. Inicié una movida en el grupo de Emergencia IOMA Tandil y me enviaron números para reclamar. Llamé a una señora Cecilia, que me dijeron que directora zonal de la Mutual 23 de Diciembre”, detalló.
En la comunicación, Mataluna explicó su situación pero no obtuvo respuestas favorables. “Le comenté que no teníamos el monto, expliqué el caso, porque mi marido es enfermero, trabaja en terapia intensiva y está activo, realmente no daba más y era necesaria la cirugía. Esta señora empezó a decirme que no la amenazara cuando le dije que iba a ir a los medios, mi objetivo era que solucionara el problema porque tengo una obra social que me descuenta todos los meses”, afirmó.
Sin soluciones concretas, debieron hacerse cargo del costo de la anestesia de su bolsillo, con los perjuicios para su economía que implica un desembolso de dinero inesperado de ese orden.
“Si pagás, te operás. Es muy injusto y es complicado, estamos muy limitados en todo y nadie se hace cargo”, cerró.