Sin señales de un proyecto superador, los médicos de la UCRI podrían renunciar

“Todos los que estamos en el servicio trabajamos por amor a la profesión, con dedicación exclusiva a los pacientes, siempre para favorecer a cada uno en su individualidad, y nos gusta trabajar en equipo. Nos gusta trabajar discutiendo porque es la forma de crecer. Nos gusta escuchar a los demás para fomentar lo mejor para el paciente”, aseguró el doctor Román González, integrante fundador de la UCRI, en diálogo con El Eco de Tandil. 

Por estos días, los siete médicos de la UCRI se sienten acéfalos. Cada uno de ellos cumple una guardia de 24 horas, por lo que todas las mañanas realizaban un pase entre el que se iba y el que llegaba, junto a los dos jefes desplazados, Damián Silva y Martín Solerno. Allí analizaban las situaciones de los pacientes internados en las seis camas de UCRI, planificando intervenciones a corto y largo plazo. Además, se mantenían comunicados por un grupo de WhatsApp. “Todo eso ahora no se está haciendo. Lo único que se está haciendo es el pase de guardia”, lamentó el doctor González y advirtió que hoy no exista un seguimiento longitudinal de los internados. 

Tras la desvinculación de los jefes, sostuvo que “la primera medida que toman, improvisada, arbitraria y despótica, deja una semana el servicio en estas condiciones. Hace que todos estemos en desacuerdo con la medida, estemos irritados y apoyando que reconsideren la decisión y que vuelvan los jefes que hacían las cosas como nosotros queremos trabajar, porque no han demostrado hasta ahora que ellos quieran hacer las cosas mejor. Lo pueden decir, pero en concreto no lo están haciendo”, expresó.