En la noche del primero de año de 1872, Tandil vivió una tragedia oscura e increíble, al ser asesinadas 36 personas, la mayoría inmigrantes, entre el centro del pueblo y el caserío de De la Canal. Allí, en la casa del comerciante Juan Chapar hubo 18 muertos. Las matanzas fueron atribuidas a Gerónimo Solané, conocido como “Tata Dios”, por sus condiciones de curandero con numerosos seguidores. Pero ni siquiera estuvo presente esa noche. Al frente de los 50 forajidos participó el gaucho Jacinto Pérez, que fue muerto durante la represión. “Tata Dios” fue detenido, acusado de “instigador”. Cinco noches después fue asesinado a balazos, en el calabozo ubicado detrás del antiguo edificio comunal, sin haber declarado. Y el 13 de septiembre de 1872, la aldea fue sacudida por nuevos&nbsp;fusilamientos, luego de aquellos ocho soldados desertores de la expedición fundadora, en 1823. En este caso, la pena capital fue para dos reos acusados de participar de los asesinatos del 1º de enero. Fueron ajusticiados a las 10 de la mañana en la plaza principal.Se han escrito muchos libros y artículos, todos en el marco de un inmenso misterio. Hay grupos en Tandil que siguen investigando. Y a 150 años de los hechos, se van sumando quienes “absuelven” al mítico Tata Dios, y lo consideran “la víctima número 37”. &nbsp;NOTABLE CRÓNICA IMAGINARIA EN EL ECO SOBRE LA MUERTE DEL TATAEn la revista "90 aniversario" de El Eco de Tandil, (año 1972) se publicó una crónica imaginaria, sobre la base de los hechos reales, acerca del asesinato de Tata Dios, en el calabozo. A través de la lectura de la misma, se desprenden contundentes dudas. Veamos:&nbsp;"El desenlace ha desconcertado a la población y dividido las opiniones. Sólo se sabe que las personas que lo ultimaron fueron más de una por la trayectoria y número de las heridas, hechas con armas de fuego. Llama la atención que los centinelas no hayan oído su ingreso y tras los disparos no hayan podido identificar a los matadores. Mientras un sector de los vecinos cree que se trata de un acto típico de 'vindicta popular', otros sostienen que Tata Dios ha sido eliminado para que no hablase. Recuerdan, al respecto, que junto con el exterminio de la familia Chapar se produjo la desaparición, por vía del fuego, de documentos contables. Estas versiones agregan que empinados personajes de la sociedad local tenían fuertes compromisos financieros con los conocidos e infortunados comerciantes de De la Canal".LA INSTITUCIÓN POLICIAL EN TANDIL, DESDE EL AÑO 1872La cuestión de la seguridad y el rol que debe cumplir el Estado en tal sentido, ha sido motivo de preocupación en todas las épocas. Para los vecinos de Tandil no se trata de nada nuevo. 150 años atrás, sobre todo después de los trágicos sucesos del año 1872 atribuidos a Tata Dios, los habitantes se movilizaban, como en la actualidad, exigiendo un rol más activo del sector público en materia de seguridad. Y así fue como en ese preciso año se creó la institución policial en Tandil. La tandilense Gisela Sedeillán realizó su tesis universitaria en Historia sobre dicho tema, y entre otros aspectos, señaló las siguientes precisiones en una entrevista para EL ECO DE TANDIL (“La Vidriera”, año 2002):Los vecinos tenían que ayudar…“El Juzgado de Paz concentraba las funciones policiales y judiciales y&nbsp; tenía apenas 12 agentes para un total 4.870 habitantes. La rebelión de Tata Dios puso en evidencia la falencia del sistema de seguridad vigente. Había una partida policial insuficiente en número y con serios problemas de profesionalización porque era gente que no estaba diestra en el manejo de armas. Se trataba de guardias nacionales que estaban obligados a servir como policías y desertaban. No sabían manejar un caballo, tenían problemas de conducta, no sabían leer ni escribir. Cuando llegaba el parte al Juzgado de algún asesinato o robo, daba tiempo suficiente para que el malhechor pudiera huir. Era necesaria, entonces, la ayuda de los vecinos para apresar maleantes, controlar el orden y defender la propiedad privada”.&nbsp;Así las cosas, a partir de 1872 Tandil tuvo por primera vez una comisaría. Se procuró una persona que había tenido una trayectoria en la Comandancia del Tandil como militar, para que cumpla las funciones de comisario. Se le dieron 20 efectivos policiales, que eran soldados generalmente. Pero pese a los “cambios”, todo siguió igual. Muchos problemas con el cuatrerismo. El hurto domiciliario, si bien existía, no era tan importante como el de ganado. Había también serios conflictos entre la gente y numerosos heridos en riña, sobre todo “por cuestiones del honor”.&nbsp;De vez en cuando algún miembro del personal policial solía ir preso “por pedir dinero en concepto de multa”, pero que luego no lo rendía en la comisaría.&nbsp;Los muchachos hacían de todo…Sin embargo, debe reconocerse que los muchachos trabajaban mucho. Veamos esta aseveración de Sedeillán, producto de su investigación:“Era impresionante la multiplicidad de funciones. La policía se tenía que encargar desde revisar las guías de los animales hasta auxiliar a los partidos limítrofes en ataques indígenas. Cobraba impuestos, se encargaba de la parte estética del pueblo, del arreglo de la plaza, de la limpieza, tenía que auxiliar a la Municipalidad ante las epidemias; y en los casos de incendio, como no había bomberos, eran los encargados de apagarlos. Esto les impedía concentrarse especialmente en el control de la seguridad, lo que&nbsp; llevaba a quejas&nbsp; de la población”.Lenta mejoría a partir de 1890Pero ya cerca de la década de 1890 las cosas empezaron a mejorar, aunque lentamente. El cuerpo policial, poco a poco, fue más profesional. Recordemos que en 1895 Tandil pasó a ostentar el rango de ciudad y era lo menos que podía pedirse. Los oficiales de policía se empezaron a designar de acuerdo a la trayectoria y hubo también comisarios inspectores. Se creó una subcomisaría en Vela y destacamentos en la zona de canteras, donde como sabemos, se establecieron poblaciones numéricamente muy importantes, no sólo en La Movediza y Cerro Leones sino también en otros puntos. Sin embargo la gente se seguía quejando&nbsp;y todavía se advertía entre la fuerza problemas de conducta y deserción, esto último porque a esa altura se conseguía trabajo en otros ámbitos mejor remunerados. Otro aspecto señalado como negativo para la época es que las condiciones de seguridad en la comisaría de entonces eran mínimas y no pocos presos conseguían escaparse ya que las paredes del antiguo edificio, eran de barro.&nbsp;Sin embargo, hubo por la época presidiarios colaboradores. Roque Paladino, que se conchabó como jardinero oficial en el año 1895, para los festejos del centenario (1923), dijo sobre la plaza: “Ahora se ve linda, pero antes estaba rodeada de alambres y en cada esquina tenía un molinete para entrar. Cuando sacamos los árboles antiguos hasta los presos vinieron a dar una mano. Hacía falta gente para trabajar, así que el comisario los mandó con un vigilante para que no se le escapara ninguno”.&nbsp;Ellas, las culpables…Uno de los temas de mayor preocupación para la autoridad policial entre 1872 y finales del siglo XIX era el de la prostitución. Por entonces había más varones que mujeres y proliferaban los prostíbulos. Y cuando se labraban actas de contravención por lo general la institución policial, con personal íntegramente masculino, tendía a culpar a las chicas. “Fue detenida fulanita de tal, prostituta, de tantos años, por desórdenes. Es reincidente”. Así se escribían los partes.&nbsp;CITAS TEXTUALES DE LA ÉPOCA“El personal con que cuentan los Comisarios es insuficiente, hasta carecen de un empleado más o menos caracterizado”. (El Eco,&nbsp; 6 de julio de 1884).“... entonse llo arme dos hombres y fui al puesto en sircunstansia que este estaba sillando al caballo entonse yse adelantar un hombre que lo ysiera bolver y dijo que no bolbio y disparo entonce lo corrimos y lo alcansamos a la legua o legua y media adonde se rindio y entrego el revolver cargado con cinco balas”. (Escrito de un alcalde del partido al Juez de Paz en 1876).(Teodoro Martínez) “andando en su reparto de pan, se bajo en la armería..., que con ese motivo se quedo conversando con el armero en la vereda; que pasado un momento, llego un vigilante de quien tampoco sabe el nombre, y le intimo que marchase a la Policía por tener el carro desmainado, (…) que entonces el vigilante saco el machete y le dio de ancho por la cabeza”. (Denuncia de comerciantes ante el Juez de Paz, en 1884, en disconformidad por la detención del señor Teodoro Martínez; Archivo de la Municipalidad).&nbsp;“... ha oído muchas veces a distintas personas que le merecían crédito que en la casa se carneaba siempre ajeno” (...) “vio al capataz de este llevar la rez junto a las casa y notar que dicho animal era una vaca de marca de Santamarina”. (Cita textual, Archivo Municipal, 7 de abril de 1875).“Sánchez fue al almacén a pedir que le fiaran un poco de harina para hacer unos pasteles, que le despacharon y mas tarde volvio para que le fiaran vino, ..., a lo que contesto que no, que no se lo fiaban, y entonces Sanchez se enojo y empezo a insultarlos, al extremo de tirarle con una botella, y que&nbsp; habia de traer los pasteles que habia hecho con la harina que le fiaron y se los habia de tirar por la cara”. (Sumario judicial, 21 de mayo de 1882, ante la declaración del español Gaspar Iturregui, tras dar muerte a Sánchez de un tiro).Romero, argentino, 33 años, jornalero, no lee, soltero, hirió a José Montero, argentino, 37 años, jornalero, no lee, éste dijo que “Romero que hacia de cosinero, les dijo que desocupasen la cosina, a la que el en tono de broma por la relacion que los ligaba contesto a Romero que el no salia, después de contestarle que se fuese a la m..., lo insulto malamente diciendole anda a la pu... que te pa... que encolerizado entonces con tal clase de insultos y las intenciones manifestada no pudo contenerse y lo atropello con el cuchillo que tenia en la mano, en cuyo momento se trabaron en pelea Montero armado de cuchillo tambien”. (Sumario judicial del 20 de noviembre de 1888).

Últimas Noticias

Tata Dios, la institución policial y violencia de género en el viejo Tandil