DE TANDIL AL PAIS
Tras la proyección de “La otra Parte”, todos hablan del misterioso halo que ciñe a las sierras de Tandil
La película fue realizada mayormente por egresados de la Unicen y fue declarada de Interés Cultural por la Cámara de Diputados de la Provincia. Aquí se estrenó el año pasado en el Festival de Cine y va tomando vuelo nacional. El documental reflexiona sobre los enigmas que encierran el paisaje de la Tandilia y su relación con otras construcciones megalíticas repartidas por el mundo. “Cada uno creerá su propia historia”, anticiparon los creadores.
Esta semana la película “La Otra Parte” se estrenó en el cine Gaumont, sala del INCAA en Capital Federal, y ha puesto en la voz de los medios nacionales la magia que envuelve a las piedras de esta serranía, y que terminan convirtiendo a Tandil en un paisaje “imposible de ignorar”.
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Cuatro años de trabajo les llevó a Dino Mendy, Laura Garnica, Felipe Restrepo y todo el equipo de profesionales -la mayoría de ellos graduados de la Carrera de Realización en Artes Audiovisuales de la Universidad Nacional del Centro (Unicen)- la realización del documental logrado prácticamente de manera autogestiva.
La película fue la elegida el año pasado para inaugurar la 18° edición del Tandil Cine Festival Nacional Competitivo, organizado por la Unicen, el Municipio y la Biblioteca Rivadavia en el Espacio INCAA, en su retorno a la versión presencial tras la pandemia.
Desde entonces, ha sido proyectada en diferentes salas, llegando por estos a la gran ciudad Capital. “Cualquier persona que haya visitado Tandil sabe que no es un lugar más. Allí, más precisamente en las Sierras de Tandilia, existe un magnetismo que es imposible ignorar”, advirtieron en reconocidos medios nacionales al analizar la trama de la cinta.
“Es muy difícil definir el documental porque tiene muchas capas, porque engloba la excusa de reencontrarnos como amigos y con los compañeros con los que estudiamos, de volver a la ciudad y también de darle un nuevo aire a las sierras”, detalló el director Felipe Restrepo, cuando conversó junto al investigador y guionista Dino Mendy con El Eco de Tandil.
Ambos revelaron que fue la curiosidad lo que los llevó a develar un lado desconocido de las piedras de esta serranía, “la otra parte” de la historia que va más allá de la naturaleza y se conecta con los antepasados, sus misterios y una certeza cósmica.
Así, contaron que en la película las sierras pueden ser observadas con otros ojos. “Cómo se cayó la piedra movediza es sólo la cáscara del misterio, y para el que conoce Tandil lo va a descubrir en capas”, aseguraron, prometiendo que las piedras más allá de lo inerte tienen un montón de significados más y es justamente eso lo que está generando gran curiosidad en sus espectadores.
Monumentos megalíticos
Vale recordar que Dino Mendy, además de ser realizador audiovisual y espeleólogo tandilense es Guía y Técnico en Turismo. Él siempre tuvo un profundo interés en las culturas antiguas y con el andar viajero por otros lares escuchó repetidamente que fueron los habitantes más antiguos quienes hicieron esos monumentos megalíticos.
Con la intriga a cuestas se permitió dudar sobre si realmente el fenómeno de Tandil era algo meramente “natural”, y comenzó una investigación profunda que lo llevó a sumergirse en nuevas aristas de una historia.
Buscando a quiénes habían estudiado las piedras de por acá llegó, entre otros, a Ricardo Rojas, que en esa época lo comparaba con otros monumentos megalíticos de Europa y también encontraron un texto de Alejandro Sorondo donde decía que La Movediza era un templo de adoración al sol.
“Ese fue un disparador para empezar a tratar de ver de otro lado a las piedras, no como algo natural, sino entendiendo que había algo detrás, y eso nos llevó a hacer una película básicamente”, repasó el guionista en aquella oportunidad.
Luego se adentraron en asuntos ligados a las ruinas Incas en Catamarca y trasladando esos conocimientos a estas sierras descubrieron que era posible armar un calendario mirando las piedras y las tierras desde distintos lugares.
Como éstas, cada vez más razones emergían para armar la película y así fue que terminaron con más de 30 jornadas de rodajes con muchísimas horas de material reunido.
Develando incógnitas
Si bien admitieron que no fue fácil definirlo, con el concepto en la cabeza se inclinaron hacia una estrategia narrativa para contar la historia de manera persuasiva y no caer en la “simple entrevista que puede terminar aplanando al espectador”.
“La Otra Parte” está contada en primera persona, allí Mendy y Restrepo recorren todos esos espacios serranos y a medida que avanzan se encuentran con seres que los ayudan a develar un montón de incógnitas. A la largo de la cinta, el espectador se encuentra por ejemplo con Delia Caniumir, Tehuelche-mapuche; Jorge Clavero, un Gran Maestre Masón; y el periodista y escritor Néstor Di Paola, entre otros historiadores, radiestesista, geólogos y arquéologos.
Su participación –aclararon- no fue por un acto narcisista, sino que tuvo un propósito narrativo de abordar la temática desde la periferia para ir enfocándose hacia el núcleo de la cuestión, y a la vez generar un vínculo entre ambos, ya que se conocieron hace 17 años y fueron compañeros en la Unicen.
“Nos interesa oxigenar el relato y que la gente retome el diálogo con esa piedra y esos paisajes, no importa si cree o no en lo que le estamos contando, cada uno creará su propia historia”, reflexionaron, persuadiendo e invitando a ver el film.