HOY, MARTES
Bendición

Toco timbre en la casa de un amigo. Es siesta de sábado y el barrio huele a quietud. Mientras espero miro hacia la esquina y ahí lo veo. El hombre, de unos cuarenta años, me dice algo que no alcanzo a entender. Le hago señas de que no lo escucho entonces, me grita.
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Recién entonces me doy cuenta de que es un vendedor ambulante. Le pongo esa cara que no es un no rotundo pero tampoco un sí convencido. Cara de ´no me hagas esto…´.