Dolores, enojos y armonías

Tengo un malhumor galopante desde hace unos días. Quienes me conocen no dudarán en decir que está basado en los sucesos políticos que acontecen en este bendito país.

Pues bien: es cierto. Pero no solo eso. Hay algo que me duele más que la Ley Base, el paquete fiscal y la represión. Digo, que me duele físicamente: la cintura.

La última vez que fui al especialista me dijo que era una hernia, que con kinesiología, cuidados y ejercicios no iba a tener grandes problemas. Fui a las diez sesiones pautadas de kinesio; el resto, te la debo. Y pasó lo que tenía que pasar: un esfuerzo extra, un movimiento inarmónico, una carga pesada y he aquí otra vez al maldito dolor, las inyecciones, mi verticalidad en falsa escuadra.