El espiral decadente

El círculo se cierra. O quizás no. Quizás no sea la mejor imagen porque algo que se cierra es algo que concluye, que ha cesado al fin. Entonces, si se trata de círculos, de redondeces, podríamos tomar como ejemplo un espiral, que se va enroscando sobre sí mismo, cada vez más chiquito, cada vez más profundo, cada vez más abajo. Interminable.

Aquellos chicos que en los noventa crecieron mirando por televisión los programas de Marcelo Tinelli, hoy son los adultos jóvenes que ocupan lugares de preponderancia en el ambiente del espectáculo, de la cultura, de los medios. En definitiva, en todos los ámbitos.

Los que crecieron riéndose de los bloopers inocentes, de los gomazos.  Los pum para arriba y otra vez.