HOY, JUEVES
Los insomnios tardíos

Hay hombres que llegan a una edad en la que la noche les resulta un océano demasiado profundo. Esa edad en la que el sueño es un buceo de superficie.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEntonces despiertan a una hora en que la vigilia se vislumbra como la orilla de una tierra inhóspita.
Hace tiempo me ocurre algo así. Y esto me hace recordar a Américo en sus últimos años.
Era el segundo marido de mi madre —el hombre que también me crió— y desde una edad menor a la que tengo ahora se había vuelto uno de esos tipos a los que las madrugadas se se eternizan como una burocracia sin sentido.
Se levantaba antes de las cinco y, en silencio —tratando de no despertar a mi vieja— se refugiaba en la cocina a tomar mate.