No será Savannah, pero…

Lo veo salir del almacén con dos paquetes bajo el brazo. Uno es una bolsa de pan –parece cuarto kilo- y el otro está en un envoltorio de papel. Arriesgaría que es fiambre. 

Lo de los dos paquetitos, la compra, no es un detalle menor: nadie espera encontrarse con Clint Eastwood en un almacén de barrio comprando fiambre. En realidad no es el verdadero Clint, es su doble de riesgo, pero para mí son lo mismo. Y creo que para él también.

Ya me lo he cruzado otras veces, pero en esta ocasión está vestido con un saco de entretiempo, pantalones claros, zapatos náuticos y una camisa celeste. No es ninguno de sus personajes: es el verdadero. O mejor dicho, el doble del verdadero.