Entre la escasez y la demanda, el desafío de los trabajadores de oficios en Tandil
Mientras hay oficios que quedaron obsoletos, hay otros trabajos cuya demanda crece y cada vez hay menos personas que saben hacerlos. A nivel global, no hay relevo generacional de zapateros, modistas, herreros, soldadores, plomeros y electricistas, entre otros, pero los que hay en la ciudad mantienen con orgullo su oficio. Historias de trabajadores que hacen de lo manual una declaración de principios.

La relación con el mundo del trabajo ha mutado en los últimos años a pasos agigantados. Un meme muy conocido que se comparte en las redes sociales reza: “No todos pueden ser creadores de contenido, alguno tiene que ser electricista”. El humor exhibe una realidad cuyo quiebre ya se está dando en la formación de herreros, zingueros, electricistas, plomeros, gasistas, carpinteros, techistas, modistas, oficios tradicionales en extinción para las nuevas generaciones.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailNo habrá que esperar mucho, sin embargo, para sufrir la escasez de mano de obra especializada en la industria y servicios de la construcción. Ya se nota la poca oferta y mucha demanda. Un estudio realizado el año pasado por Amanco Wavin, empresa de construcción e infraestructura, reveló que casi no hay plomeros entre 18 y 25 años en el país, y también se evidencia la falta de soldadores. Se suman dos factores: el envejecimiento de la fuerza de trabajo y la falta de interés de las nuevas generaciones en aprender determinados oficios. Así, la falta de relevo generacional es una de las problemáticas que enfrentan los oficios esenciales más tradicionales.