“Los pueblos que crecen son los pueblos libres”
Lo dijo la docente, escritora, empleada municipal y viajera Graciela Gargiulo, quien últimamente está muy activa en la redes por cuestiones sociales y es la cara visible de los afiliados de IOMA que reclamaron y aún lo siguen haciendo por falta o tardanza en las prestaciones. Rebelde como toda escorpiana y amante de la verdad, siente que no estamos viviendo en un país libre. Y lo explica.
Graciela se ha mostrado desde siempre como una mujer inquieta, una educadora enamorada de su profesión y muy crítica ante la realidad actual. Con La Vidriera habló desde aquellos tiempos de la pandemia interminable hasta el aquí y ahora, donde por vivir en un país impredecible es casi imposible hacer proyectos a futuro.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email-La pandemia fue un desastre que no dejó afuera a nadie. Se haya enfermado o no. ¿Cómo la viviste?
-Ser docente en un contexto de pandemia fue terrible para mí. Las conexiones no fueron óptimas, muchos alumnos estuvieron sin internet y algunos ni siquiera con whatsapp. Un caos. Yo personalmente me sentí angustiada por momentos, aunque aproveché para mirar películas, escribir, pensar y repensar, armar futuros viajes, soñando al menos. Nunca estuve quieta y, ni bien pudimos salir, lo hice en modo “exploración” porque aprendí a conectarme con los espacios verdes de otra manera: con una especie de sorpresa diferente.