Canadá obligará a los estatales a vacunarse contra el Covid-19
El Gobierno canadiense anunció que todos los funcionarios federales deberán vacunarse contra la Covid-19, sumándose así a la lista de países que imponen esa medida en medio de una cuarta ola de la pandemia por la expansión de la variante Delta.

“Exigiremos la vacunación en el servicio público federal”, anunció el ministro de Asuntos Intergubernamentales, Dominic LeBlanc, durante una rueda de prensa.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa fecha de entrada en vigor de esta medida para 300 mil empleados se concretará en las próximas semanas, pero debería aplicarse “rápidamente” y a más tardar en octubre para el sector del transporte.
“Todos estos esfuerzos tienen como objetivo ayudar a Canadá a lograr la cobertura de inmunización que necesitamos para reabrir nuestra economía, mantenerla abierta y proteger a miles de personas”, agregó LeBlanc.
El ministro no indicó si aplicarán sanciones a los funcionarios que decidan no vacunarse y dijo que espera que los empleados cumplan con la medida.
El anuncio llega menos de un mes antes de la reapertura de las fronteras canadienses a los viajeros extranjeros vacunados, prevista para el 7 de septiembre, y se enmarca en un contexto de en el que varios países optaron por este tipo de medida para algunos sectores de la población, principalmente al personal de salud o empleados estatales, como es el caso de Italia, Francia, Reino Unido y Estados Unidos.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que no adhiere a la obligatoriedad de la vacunación contra la Covid-19 en ningún país, aunque sí defiende la importancia que tiene la inmunización debido al brote de contagios por la cepa Delta y la ralentización de la inmunización.
Canadá tiene el 71 por ciento de toda su población, 38 millones de personas, vacunadas con al menos una dosis anticovid, mientras que casi el 62 ya tienen el esquema completo.
Más de diez mil
infectados con suero
Autoridades alemanas estiman en más de diez mil las personas que recibieron inyecciones con solución fisiológica, en lugar de la vacuna contra la Covid-19, las cuales fueron proporcionadas por una enfermera que argumentó rellenar las jeringas por miedo a ser despedida luego de que se le cayera un frasco con el fármaco en un centro de vacunación de Frisia, en el estado federal de Baja Sajonia.
A fines de abril se conoció que la enfermera de 40 años reemplazó el medicamento por el suero fisiológico en seis ocasiones, alegando que supuestamente no quería comunicar que se le había caído al suelo una ampolla con el fármaco.
Pese a que le contara a una colega lo ocurrido, quien posteriormente informó a las autoridades y desencadenó su despido de la Cruz Roja Alemana, la enfermera afirmó que se debió a “hechos puntuales” y que en ningún caso fue una acción masiva o por motivos políticos, según el medio español La Vanguardia.
Hasta ayer se calculaba en unos 8.550 el número de afectados pero las autoridades alemanas estiman ahora en más de diez mil las personas susceptibles de haber recibido esta inyección con suero en Frisia.
Según su abogado, la mujer trató simplemente de compensar con la solución fisiológica parte de la vacuna que se le derramó, por miedo a que este supuesto error causara su despido.
El caso desencadenó un escándalo en la región afectada, cuyas autoridades debieron localizar y comunicar a los afectados la necesidad de recibir otra dosis, ya que de otro modo no se puede garantizar que tengan la máxima inmunidad posible.
Nueva escalada
de casos en Japón
Las autoridades sanitarias de Japón notificaron más de 20 mil nuevos casos de coronavirus, un balance diario inédito desde el inicio de la pandemia y que llega acompañado de otro récord en la capital, Tokio, donde el sistema sanitario está en tensión.
En concreto, se detectaron 20.293 positivos en todo el país, lo que eleva el acumulado total por encima de los 1,1 millones, informó la agencia de noticias Europa Press.
Más de 5.700 contagios corresponden a Tokio, que alcanzó esta cifra por primera vez pese a que rige un estado de emergencia que limita la circulación.
“Nos enfrentamos a la mayor crisis desde que comenzó la pandemia, equivale a un desastre”, alertó la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, en una comparecencia pública en la que llamó a la población a extremar las precauciones “para proteger su vida”. (Télam)