Miles de personas esperan horas para dar el último adiós a Isabel II
Una multitud hizo cola durante horas ayer en Londres para dar su último adiós a la reina Isabel II, cuyo féretro permanecerá durante cinco días en la sede del Parlamento británico antes del funeral y entierro previstos para el lunes.

“Caminé mucho para llegar al comienzo de la cola y estoy preparado para estar muchas horas. La reina ha sido una constante a lo largo de todas nuestras vidas”, dijo a Télam Mathius, de 37 años, del norte de Inglaterra, que hace 20 que vive en la capital británica.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email“Siento que ella ha mirado el país desde un barco, por así decirlo, a través de los tiempos. Lo bueno, lo malo, la pandemia, todo tipo de cosas que han sucedido en nuestra historia británica. Quiero entrar a verla para simplemente sentir que vamos a estar bien”, apuntó.
Los medios británicos estimaban que unos 750 mil ciudadanos esperarán pacientemente para despedirse de la reina en las colas que se extenderán a lo largo de unos diez kilómetros a orillas del río Támesis, día y noche, hasta el domingo.
Tras la larga espera, pasarán unos segundos frente al féretro de la reina, cubierto por el estandarte real y la corona imperial, en Westminster Hall, la parte más antigua del Parlamento británico.
A primera hora. varios de esos miles amanecieron con mantas, sillas, tiendas de campaña e impermeables, señales de que pasaron allí la noche.
Las autoridades pidieron a la gente en Londres que vista “de manera apropiada” y advirtieron que la espera podría durar horas, incluso toda una noche.
“Estoy esperando verla recién mañana (por hoy). Estoy preparado para estar unas 10/15 horas”, señaló a esta agencia un hombre de 65 años, vestido de traje negro, con una sombrilla y una silla, que dijo que lo llaman “tío Mickey”.
El público solo podrá ingresar en la capilla ardiente con una pequeña mochila, pero sin agua ni comida.
“Llevo mucha comida conmigo”, aseguró Mickey, que al igual que otros miles que esperaban para despedir a la fallecida monarca, que reinó durante 70 años, comía en el camino. Muchos no se animaban incluso a ir al baño, para no perder su lugar en la fila.
David, de unos 40 años, contó que llegó por la mañana junto a su esposa desde York, unos 300 kilómetros al norte de Londres, y que llevaron una carpa y sillas para la espera.
El martes, miles de personas desafiaron la lluvia para recibir con aplausos y las luces de sus celulares la llegada del féretro al Palacio de Buckingham. (Télam)