GUERRA
Zelenski hizo una visita de respaldo a las tropas y el G20 no logró condenar a Rusia
El presidente de Ucrania visitó a las locales que defienden la región de Dnipropetrovsk, en pleno avance de las fuerzas rusas y en coincidencia con la reunión de cancilleres del G20, que no logró acuerdo para una condena a Moscú.
“Gracias por su trabajo y por el heroísmo con el que defienden nuestro país, a las familias ucranianas y la soberanía de Ucrania”, manifestó Zelenski, según unas declaraciones divulgadas por su oficina y recogidas por la agencia Europa Press. Y agregó: “¡Ojalá salgamos victoriosos! ¡Gloria a Ucrania!”.
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Durante su visita, el mandatario ucraniano condecoró a los militares que participan en las operaciones.
Dnipropetrovsk alberga la ciudad de Dnipro, la cuarta más poblada de Ucrania y escenario recurrente de ataques por parte de Rusia, que intenta ganar terreno en la zona del Donbass.
Las tropas rusas avanzan hacia tres localidades cercanas a Kramatorsk y Sloviansk, según las Fuerzas Armadas ucranianas, que dieron por repelidas las ofensivas en otras zonas como Dementiivka, al norte de Jarkov, y Bohorodychne, al norte de Sloviansk.
Rusia afirma controlar toda la región de Lugansk, de manera que, si logran ocupar lo que resta de Donetsk, tendrá el dominio absoluto de la rica cuenca minera del Donbass, que ya estaba parcialmente en manos de los separatistas prorrusos desde 2014. En esta provincia, Sloviansk y su ciudad gemela Kramatorsk se anuncian como los próximos objetivos de las fuerzas rusas, que invadieron Ucrania hace más de cuatro meses.
La visita de Zelenski se da después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtiera que la ofensiva militar lanzada por su país en Ucrania aún no había empezado “en serio”.
En el sur ucraniano, las autoridades prorrusas de la región de Járkov dispusieron la ley marcial en todos los territorios que lograron ocupar desde el inicio de la guerra para “garantizar el orden público y la seguridad del Estado”, reportó la agencia rusa TASS.
Junto a la ley marcial, también decretó el toque de queda en Járkov, lo que prohíbe la circulación de ciudadanos entre las 20 y las 6.
De acuerdo con el jefe de la Administración de Járkov, Vitali Ganchev, cerca del 20 por ciento de la región ucraniana ya fue tomada por el Ejército ruso, aunque la situación en esas zonas sigue siendo “tensa”.
Riesgo de
desastre humanitario
Igual de grave parece la situación en Severodonetsk, sí ocupada por los rusos, donde el jefe militar regional de Lugansk, Sergiy Gaidai, advirtió sobre el riesgo de “un desastre humanitario”, porque no hay reservas de aguas, ni servicios de gas o electricidad y la ciudad, donde aún permanecen al menos 15 residentes, fue saqueada por las tropas rusas.
“En Severodonetsk, el 80 por ciento de las casas fueron destruidas o dañadas. Las personas vuelven a lo que quedó de ellas para buscar sus cosas, pero encontraron sus apartamentos vaciados”, agregó el responsable ucraniano.
Según Gaidai, “al entrar en la ciudad, los rusos primero deportaron a parte de la población local, y luego hicieron razzias y se llevaron todo lo que podían, como muebles o electrodomésticos”.
Fuera del terreno de combate, en la isla de Bali, en Indonesia, la cumbre de cancilleres del G20 no logró acordar un pronunciamiento sobre la guerra ni cómo enfrentar los impactos globales del conflicto, en una jornada que calcó la división de China y Rusia por un lado y Estados Unidos y Europa por el otro.
La cita de Bali es el preludio de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que habrá en noviembre en la isla, con una agenda que se volcó a la invasión rusa a Ucrania, por sus efectos sobre los mercados mundiales y los precios de alimentos a nivel global.
Los participantes expresaron “su profunda preocupación por las consecuencias humanitarias de la guerra” en Ucrania, dijo la ministra indonesia, Retno Marsudi, al clausurar la reunión de este foro, en el que solo “algunos de sus miembros” condenaron a Moscú.
Rusia celebró esa falta de entendimiento, al que leyó como un “fracaso” de los países occidentales en su intento de aislarlo. (Télam)