La serie documental “50 segundos: el caso Fernando Báez Sosa”, estrenada este jueves en Netflix, ofrece por primera vez un retrato detallado sobre la vida en prisión de los seis de los ocho jóvenes condenados por el asesinato del estudiante de 18 años en Villa Gesell.

Desde el penal de Melchor Romero, los rugbiers relatan su experiencia, los cambios personales desde el crimen y el impacto que la condena tuvo sobre sus familias.

Las voces desde la cárcel

Máximo Thomsen, condenado a prisión perpetua y señalado como uno de los principales responsables, contó que al comienzo de su detención decidió no recibir visitas:

“No quería que me venga a ver nadie porque tenía mucha vergüenza”.

Afirmó que fue completamente sincero con su madre desde el primer momento:

“Le conté todo lo que pasó, porque entendía que si había hecho algo lo tenía que decir”.

Thomsen también describió el contexto de esa noche:

“Habíamos llevado mucho alcohol de Zárate para no gastar tanto en el lugar. Nos pusimos a tomar como a las cuatro de la tarde”.

Y sobre el ataque, sostuvo:

“Mi conflicto fue con los de seguridad, en ningún momento miré quién estaba peleándose o algo”.

Luciano Pertossi, otro de los condenados a perpetua, consideró que durante el proceso judicial no se los evaluó con imparcialidad:

“En el juicio se nos juzgó por otro lado”.

A la vez, reconoció el dolor que siente por su familia:

“Me hace mal pensar en mi papá. Nunca en mi vida pensé en poner a mi familia en una situación así”.

Y agregó que la prisión lo llevó a madurar rápidamente.

Su hermano, Ciro Pertossi, también con prisión perpetua, compartió una visión similar:

“Nosotros ya estábamos condenados de antes. Era imposible que de ahí saliéramos con algo a favor”.

Sobre su propio proceso interno, señaló:

“Verlo a mi papá estar tan mal fue muy feo”.

Y añadió:

“Esto me sirve para darme cuenta de la buena vida que tenía y no la valoraba”.

Por su parte, Enzo Comelli, igualmente condenado a perpetua, expresó su arrepentimiento:

“Estoy muy arrepentido de todo lo que pasó, 100%. Y me voy a arrepentir siempre. Sin intención de haberlo causado, pero arrepentido, al fin y al cabo”.

Entre los jóvenes que recibieron 15 años de prisión, Blas Cinalli habló sobre las versiones que señalaban un entorno familiar violento:

“Mi mamá nunca me inculcó la violencia a mí. En ese momento me daba mucha impotencia”.

Mientras que Ayrton Viollaz, también condenado a 15 años, recordó aquella madrugada:

“Era de madrugada y estábamos borrachos. Ninguno tenía en la cabeza lo que había pasado”.

Pensando en el futuro, agregó:

“Tengo esperanza, sé que en algún momento voy a tener que continuar con mi vida afuera de esto y espero que sea de la mejor manera”.

Una historia que sigue conmoviendo

El documental de Netflix reconstruye los hechos ocurridos en enero de 2020, cuando Fernando Báez Sosa fue asesinado a golpes a la salida de un boliche en Villa Gesell. El caso, registrado en video, generó una enorme conmoción social y marcó un antes y un después en la discusión pública sobre la violencia juvenil.

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