El doble aislamiento de las personas sordas: el tapaboca
En el marco de la pandemia del COVID-19 y para evitar posibles contagios, el gobierno estableció el uso obligatorio de barbijos o tapabocas caseros; ya sea en locales comerciales, en dependencias de atención al público o en todos aquellos espacios que impliquen un contacto social.
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Sin embargo, esta medida preventiva ha producido un doble aislamiento en las personas sordas donde el barbijo ha conllevado una dificultad adicional: la barrera en la comunicación.
Estas barreras no afectan solo a la comunidad sorda con implantes o audífonos; usuarias de la lengua de señas argentina (LSA) o aquellas que no las utilizan, personas que han adquirido la sordera por su edad o accidentes laborales; sino también para aquellos que poseen una mejor audición el uso del barbijo conlleva una distorsión del sonido que dificulta la comunicación.
El coronavirus en tanto situación atípica y amenazante que nos atraviesa colectivamente, ha producido en las personas sordas un doble impacto frente a la imposibilidad en la comunicación en todos sus frentes.
“En las últimas semanas, amigos y pacientes sordos han ido contándome distintas experiencias que les han sucedido en espacios de atención al público donde las personas (oyentes) que los atendían se enojaban con ellos porque no los comprendían. Luego de varios intentos, lograban expresarles que eran sordos o necesitaban leer sus labios; y era recién en ese momento donde la persona se disculpaba y propiciaba otra forma de comunicación.
Sin embargo, la angustia e incertidumbre que han generado esos momentos no hacen más que resignificar aquellas vivencias en lo cotidiano que los atraviesan desde que nacieron”.
En estos momentos, en el que se percibe el ambiente externo como un lugar de peligro o de posible contagio, podemos ver como en la comunicad sorda pasa a un en segundo plano, en comparación al temor que les genera el quiebre frente al lazo social: desde el vecino que conoce desde hace años hasta el personal de seguridad en un banco. En un mundo en el que siempre han tenido limitaciones a la accesibilidad; hoy se les presenta más incierto que nunca.
La persona sorda necesita de las expresiones fáciles y lecturas gestuales para complementar el mensaje que escucha.
Por ello es importante la implementación de:
• TAPABOCA TRANSPARENTES
• MASCARAS FACIALES
• ANOTADOR CON LAPIZ
• LENGUA DE SEÑAS ARGENTINA
Fundamentalmente, en servicios esenciales como el personal de salud, auxiliares de la justicia, agentes de policía, cajeros de supermercados y atención al público en general. Esto también debería incluir a nuestros representantes políticos que se dirigen a la población como son la cadena nacional y los anuncios municipales.
Es incierto hasta cuando deberemos utilizar cualquier tipo de protección, por ello debemos destacar la necesidad de tomar conciencia de esta problemática. Es bueno saber, que varios de nuestros vecinos tandilenses están confeccionando barbijos transparentes o mascaras faciales.
Contribuyamos a hacer más habitable la realidad cambiante que nos atraviesa.
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Contacto: mazzagiselle@gmail.com
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Facebook: Licenciada Giselle Mazza
Licenciada en psicología, con un posgrado en el área “Clínica psicoanalítica de la infancia y la adolescencia” en la Asociación Argentina de Psiquiatría y Psicología de la Infancia y la Adolescencia (ASAPPIA) en Buenos Aires. Estudio durante 2 años en la Asociación de Sordos de La Plata (ASLP) recibiendo el título de “Auxiliar de la comunicación en Lengua de Señas Argentina” y continua sus estudios en la Asociación de Sordos de Ayuda Mutua (ASAM) a la actualidad. Durante el mismo período, también realizo capacitaciones en torno a la sordera en la UBA y en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca.