El infierno que vivimos los vecinos de Tandil por los ruidos molestos
¿En qué momento perdimos el control de los ruidos en Tandil? ¿Cuándo fue que el “Tandil Soñado” se convirtió en el Tandil en el que muchos vecinos no podemos dormir?
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailMe viene a la memoria cuando, a causa de los ruidos que ocasionaba, se decidió acertadamente transformar el evento de fuegos artificiales de fin de año en un espectáculo luminoso en atención especial a las personas con espectro autista, los niños y a otros afectados (incluyendo mascotas).
Sin embargo, debemos reconocer que muchos tandilenses sufrimos una especie de “Tandil brilla” lleno de estruendos casi todos los días del año sin que los responsables de garantizar el orden nos brinden una solución, y lo único que escuchamos son excusas impotentes y mediocres.
Debo recordarles una obviedad: dormir bien es clave para una vida saludable. Entre las recomendaciones obligadas de un médico a su paciente para que conserve la salud está siempre presente el descansar bien, es decir, dormir en horas razonables, sin alteraciones.
Pese a la importancia de esta prescripción médica en muchos sectores de nuestra querida ciudad, vecinos -e incluso turistas que la eligen por su tranquilidad- no la podemos hacer efectiva. Hemos perdido calidad de sueño y de vida a consecuencia de ruidos molestos provocados por motos y autos con escapes adulterados o sin silenciador (los famosos “escapes libres”), parlantes no homologados y amplificadores que producen un sonido desmesurado, mientras que el Estado municipal hace caso omiso ante esta terrible pesadilla. Parece no importar la hora o los sitios por donde transitan (zonas residenciales, cercanía de hogares de adultos mayores, centros de salud).
Contamos con el Código de Tránsito (Ley provincial 11.430) y con las Ordenanzas 6.431/94 y 8.867/03, textos que -entre otras cuestiones- regulan la problemática de los ruidos molestos, los límites reglamentarios que los vehículos deben respetar para poder circular e incluso los métodos para medirlos. Pero pareciera no ser suficiente. ¿De qué sirve la legislación si no se controla su correcto cumplimiento?
Bregar por una sana convivencia
Necesitamos que las autoridades tomen cartas en el asunto y promuevan un trabajo mancomunado entre la policía y los agentes de tránsito para efectuar los operativos y aplicar las sanciones que hagan falta, con el objetivo de recuperar el control del espacio público nocturno. No es imposible. Tomemos sino el caso de Concepción del Uruguay, localidad con características poblacionales similares a las nuestras y que de un tiempo a esta parte ha demostrado ser capaz de actuar sobre este mismo problema de manera eficaz y eficiente. No estamos hablando de respuestas mágicas, sino de compromiso y voluntad política real para lograr que las cosas sucedan y las normativas se apliquen. No se trata de prohibir la circulación o la permanencia en la vía pública, sino que estas situaciones se desarrollen de manera tal que no alteren la armonía y permitan que los vecinos podamos volver a dormir en paz.
Es hora de hacer todo lo posible para que la situación no se nos escape de las manos como viene sucediendo. El Tandil del Bicentenario debería consagrar el objetivo de ser en una Ciudad libre de ruidos molestos
*El autor es presidente de Acción Tandilense.