Más allá de los números: cuando la legislación no alcanza

La Ley de Paridad en Ámbitos de Representación Política nacional, sancionada en 2017 y aplicada por primera vez durante las elecciones del 2019, legisla sobre la composición de las listas partidarias para el Poder Legislativo: deben estar integradas en un 50% por varones y un 50% por mujeres de manera intercalada desde el primer/a titular hasta el/la última suplente. El espíritu de la ley es el de reducir las brechas históricas en la ocupación de bancas del Congreso Nacional y así garantizar el derecho de igual participación para mujeres y varones en espacios de representación política. Con esta herramienta, las mujeres de la política intentan asegurarse que no las dejen afuera de los armados políticos, o que solamente les den los espacios de las listas con baja probabilidad de ser ocupados. A nivel nacional las mujeres ocupan un 44% de las bancas, en las legislaturas provinciales las situaciones son disímiles.
Provincias que sí
Algunas de las leyes provinciales avanzan más allá de la ley nacional. En Entre Ríos, Santa Fe y La Pampa además del poder legislativo se incluye al poder ejecutivo. En el caso de San Luis se avanzó aún más: por un lado, con una cláusula transitoria se estableció que específicamente para las elecciones de 2021 y 2023 las boletas de candidatos/as a diputados/as provinciales deberán ser encabezadas por mujeres y por otro lado, estableció que para las listas de diputados/as se debe alternar los géneros de quienes encabezan teniendo en cuenta el género de quien encabezó en las elecciones anteriores. El foco en los encabezamientos es clave ya que es el puesto con más probabilidad de ser ocupado. Luego de las últimas elecciones en San Luis el porcentaje de mujeres en la cámara será de 56%.
Existen otros casos favorables donde la ley es efectiva. Jujuy cuenta con una ley de paridad desde el 2020 y luego de las recientes elecciones los resultados finales en cuanto a la distribución por género de las bancas muestra un avance en comparación a la conformación anterior: 48% de mujeres y 52% de varones. Esto representa un aumento de 10 puntos porcentuales. Otro caso es el de La Pampa, en donde durante estas elecciones se aplicó por primera vez la ley de paridad sancionada en 2020. Los resultados finales en cuanto a la distribución por género de las bancas también mostró un avance en comparación a la conformación anterior: 47% de mujeres y 53% de varones. Esto significa un aumento de 7 puntos porcentuales en la participación de mujeres.
Provincias que no
Existen características del sistema electoral de algunas provincias que obstaculizan que se pueda garantizar el fin último de la ley. En los casos donde existen leyes de Lemas, acoples o listas de baja magnitud (cuando la cantidad de bancas a ocupar es de 1 o 2) resulta fundamental que haya encabezamiento de mujeres en las listas porque de otra manera no resultarían electas. Esto es algo que queda por fuera de la ley y en manos de la voluntad de los partidos políticos.
El caso de La Rioja está entre los peores promedios de participación de mujeres en el país. Con una ley de paridad del 2020 pero con un sistema que divide al territorio en departamentos con listas cortas, la legislatura está compuesta por solo un 28% de mujeres. En el caso de Salta, en la cámara de senadoras hay solo 2 senadoras (9%) y en la cámara de diputados, después de las últimas elecciones, se redujo la cantidad de mujeres en 10 puntos porcentuales. Los peores casos son los de Tierra del Fuego y Tucumán donde continúan con una legislación antigua que solo establece un cupo de 30% sin exigencias de ordenamiento.
En el número no se resuelve todo
Es un avance enorme que a nivel nacional y en varias legislaturas provinciales se alcancen números paritarios de participación gracias a la aplicación efectiva de una ley de paridad. Sin embargo, este es un piso mínimo de igualdad y en ese número no se resuelve todo. Existen otras dificultades que enfrentan las mujeres en la política, como la violencia política por razones de género (en un 60% de los casos por parte de compañeros del mismo partido). Además del cumplimiento de la ley, también es importante el rol y la responsabilidad de los partidos políticos en reconocer y valorar a las mujeres de sus partidos impulsando liderazgos y encabezamientos en listas.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email* La autora es Lic. en Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires con orientación en Administración y políticas públicas, integrante del Área de Políticas del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA).