Un reconocimiento al trabajo de los sectores vulnerables
Según la Real Academia Española, Registrar es: “Examinar algo o alguien, minuciosamente, para encontrar algo que puede estar oculto”. Bajo esta premisa, el Registro Nacional de Trabajadoras y Trabajadores de la Economía Popular (ReNaTEP) es una forma de inscribir numerosas prácticas laborales que evolucionan en los sectores populares a través de unidades productivas no convencionales que suelen permanecer invisibles al Estado y su fiscalidad. Sin embargo, dichas actividades, que las estadísticas oficiales reflejan bajo la forma de informalidad, desempleo, inactividad u oficios de baja calificación, son un ordenador social fundamental para seis millones de trabajadores y trabajadoras en la Argentina.
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El Renatep nace de una extensa lucha de las organizaciones sociales por el reconocimiento de la economía popular que se plasmó, por primera vez, en la Ley de Emergencia Social promulgada a fines de 2016. Sin embargo, no vio la luz hasta julio de este año, cuando fue lanzado oficialmente por el Ministerio de Desarrollo Social en el ámbito de la Secretaria de Economía Social con los siguientes objetivos.
En primer lugar, como reconocimiento, por parte del Estado Nacional, de un conjunto de trabajos no convencionales que, si bien en muchos casos cuentan con baja productividad para satisfacer un consumo masivo, nacen de la cercanía con las necesidades esenciales de la comunidad y hacen a su sustentabilidad. Son trabajos mal remunerados ya que, extendiendo la frase de Saint-Exupéry, muchas veces lo esencial es invisible a los ojos del mercado.
En segundo término, es un instrumento para ordenar la economía popular por ramas, actividades y unidades productivas relacionadas al comercio popular, trabajos en espacios públicos, agricultura familiar y campesina, producción de alimentos y textiles, construcción e infraestructura a pequeña escala, mejoramiento ambiental; servicios socio comunitarios -como el cuidado de niños, enfermos, personas con discapacidad, ancianos y el trabajo en comedores-, la recuperación y el reciclado, entre otros.
El tercer objetivo es constituirse en un piso de formalización e institucionalización del sector. En este sentido, el reconocimiento laboral que otorga el Renatep es un primer paso en la construcción de un conjunto de nuevos instrumentos tendientes a formalizarlo fiscalmente, incluirlo financieramente, desarrollarlo productivamente y darle acceso al crédito. Con esto se busca, por un lado, alejarlo de la usura, la informalidad y los abusos de prácticas dominantes y, por otro, consolidar su base material para la ampliación de derechos.
Finalmente, el Renatep es un ejemplo concreto de articulación de saberes con orígenes estatales y populares, a través de una política pública que reconoce la universalidad del trabajo como ordenador social. Su desarrollo muestra una forma colectiva de gobierno que está atenta a la incorporación de diversos saberes para afrontar el desafío de ordenar y desarrollar económicamente a un sector que no depende en forma directa ni de la economía tradicional ni del Estado.
* Director Nacional de Economía Social y Desarrollo Local.