Las emociones como habilidades cognitivas en el proceso de aprendizaje
La detección precoz de una situación previene, por ejemplo en niños en edad escolar, fracasos y frustraciones permanentes que impiden el avance en los aprendizajes.
El proceso emocional hoy atraviesa todo y es considerado una habilidad cognitiva más, sostienen los especialistas. De hecho, hay muchas teorías que abordan las emociones “como la evolucionista que habla de que ya traemos unas siete emociones impresas. Y otras que traemos protoemociones y el pensamiento va haciendo que esas emociones crezcan o aparezcan”, describió la licenciada Paola Zampatti, psicopedagoga especializada en evaluación y tratamiento neurocognitivo de niños del Consultorio Integral Psicopedagógico, CIP Tandil.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn diálogo con Eco Salud de El Eco Multimedios, la profesional indicó que “en realidad desde cualquier teoría que lo abarquemos está comprobado y estudiado que define aprendizajes. Por otro lado, no es lo mismo estar aprendiendo en un ambiente amoroso o cordial que en uno hostil”.
En este último caso, “eso genera un esfuerzo cognitivo que hace que desde lo emocional se esté en alerta permanente y todo ese esfuerzo cognitivo no puedo dedicarlo a la situación de aprender o ponerlo en mi funcionamiento ejecutivo para poder prestar atención, organizarme, planificar, o hacer las tareas, porque hay otra cosa que está afectando o interfiriendo que no me deja pensar o aprender de manera tranquila”, indicó.
La psicopedagoga explicó que “la gestión emocional y la administración de eso que yo hago con esa emoción es cognitivo, por eso hablamos de las emociones como habilidades cognitivas”.
Y en este punto, remarcó la importancia de la detección precoz de una situación “que lo que hacemos es prevenir, por ejemplo, en niños de edad escolar, fracasos y frustraciones permanentes a lo largo del tiempo y que no avance en los aprendizajes”.
Por ello, la intervención temprana lo que hace es acompañar ese proceso y optimizar el recurso o la competencia cognitiva de ese niño, que a partir de la evaluación se puede conocer mucho mejor, apuntó.
La consulta y abordaje con los más chicos
La especialista en evaluación y tratamiento neurocognitivo de niños manifestó que las derivaciones generalmente pueden ser de la escuela, el jardín, el pediatra, de neurología, o algún profesional de otra área de salud, y se trabaja en equipos.
“Cuando llega un paciente se hace una evaluación neurocognitiva con técnicas, baterías, pruebas estandarizadas que permiten cuantificar si los logros alcanzados están en la media, por debajo o por encima en función de la edad. También son cualitativas”, describió. Luego se realiza un informe y devolución a los padres para ver cómo continúa el abordaje a partir de allí.
Las habilidades cognitivas son atención, memoria, lenguaje, habilidades visoespaciales o perceptivas, “por lo que se va midiendo eso con diferentes técnicas. Pero también cómo va respondiendo ese niño manipulando los materiales, haciendo las tareas propuestas, me da información cualitativa enorme que me ayuda a ver después ese número”, remarcó Zampatti.
Al tiempo que aclaró que “ese número no queda aislado porque unimos toda la información que nos permite arribar a una hipótesis diagnóstica o a un diagnóstico, o vemos dónde están las fortalezas y los desafíos”.
La neuropsicopedagogía en el proceso de aprendizaje
Neuropsicopedagogía “es un término que empieza a aparecer en investigaciones hace muy poco tiempo, entre 2019 y 2020, y es una disciplina que encuadra a los psicopedagogos que en algún punto nos formamos desde la neuropsicología”.
La neuropsicología es la unión de las neurociencias y de la psicología cognitiva, y a partir de esa unión se determinan las bases neuronales de la conducta, indicó Zampatti, al tiempo que explicó que “nosotros nos formamos desde ahí, trabajamos desde ese modelo y en realidad hoy la neuropsicopedagogía sería la disciplina que le aporta esto del aprendizaje, de las bases neuronales del aprendizaje, generar un puente entre la psicopedagogía y las neurociencias y además un puente que nos delimita también en nuestro rol, somos especialistas en aprendizaje, esto es, saber cómo aprendemos, cómo ayudamos en el caso de algún desafío o alguna situación en particular es lo que tiene que ver con nuestra especialidad y con nuestro rol”.
La licenciada manifestó que “desde la neuropsicopedagogía sabemos que el cerebro es el órgano del aprendizaje, hay muchísimos procesos neurobiológicos que tienen que ver con esto del aprendizaje como por ejemplo la neuroplasticidad, lo que a mí me permite aprender, hoy sabemos que durante toda la vida”.
“El aprendizaje modifica el comportamiento y desde ese lugar hay como una correlación. El cerebro es el órgano que a mí me permite aprender, desde el aprendizaje puedo modificar comportamientos y desde el comportamiento también puedo observar cómo se va dando ese aprendizaje”, concluyó Zampatti.
A la licenciada Paola Zampatti la pueden encontrar a través de Instragram: ciptandil
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