Denunció abusos de su tío, la familia no le creyó y un jurado tampoco
Se debatió un abuso intrafamiliar. Los vecinos declararon no culpable al imputado.
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Otra historia de abuso intrafamiliar fue ventilada y contada según cada prisma, vivencia e interés, en el Tribunal Criminal Oral 1, donde casi al despedir el año, la semana pasada se propició un nuevo juicio por jurados, en el que vecinos de a pie en dos maratónicas audiencias tuvieron que dictar un veredicto acerca de un hombre imputado de violar de su sobrina, cuando ella tenía 12 años.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailCon sus particularidades y sensibilidades a cuestas, el caso surcó un denominador común en este tipo de delitos a debatir. La credibilidad de la joven que vomitó sus padecimientos, el aporte de los peritos especialistas y testigos que respaldaron o pusieron en crisis la prueba traída a la sala de audiencias, y una familia rota exponiéndose ante extraños que tenían la carga pública, la responsabilidad, de resolver con su veredicto el sórdido entuerto expuesto en debate.
Hace cuatro años, en la escuela, una joven que cargaba en su historial con varios sucesos que merecieron la atención de los docentes, derivó en una confesión que alertó a una maestra. La joven le confió que era abusada. De allí, un largo derrotero institucional, judicial, pero también familiar, donde todo detonó, la razón por la cual aquella joven no había querido nunca hablar hasta que contó lo que finalmente padecía: era abusada por su tío, aquel el que casi convivían bajo el mismo techo y jugaban desde chica, hasta que esos juegos pasaron a transformarse en una tortura, el horror. “Fui su juego sexual”, supo contar la joven que hoy cumplió los 16 años.
