Identificaron a tres menores por el último robo a la Escuela N° 14
La policía logró dar con los presuntos autores tras analizar cámaras de seguridad y recoger testimonios.

Tres menores de 13, 14 y 16 años fueron identificados como los presuntos autores del último robo sufrido por la Escuela Primaria N° 14 del Barrio Arco Iris, el tercer ilícito que padece la institución en apenas diez días.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailSegún informaron fuentes policiales el pasado miércoles, personal de la Comisaría Tercera logró la identificación de los jóvenes tras un exhaustivo relevamiento de cámaras de seguridad, tanto del Centro de Monitoreo municipal como de sistemas privados, y la recolección de testimonios clave.
Los tres menores quedaron a disposición de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 18 del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil. En el marco de diversas diligencias judiciales llevadas a cabo en la jornada de ayer, se logró el secuestro de un termo de color verde, un mate amarillo, una bombilla plateada y distintas prendas de vestir que habrían sido utilizadas por los sospechosos al momento de cometer el robo.
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Reiterados hechos y reclamos sin respuesta
Este último hecho se suma a otros dos ocurridos a fines de marzo, que generaron una gran preocupación y hartazgo en la comunidad educativa. Como en las ocasiones anteriores, los sindicados ingresaron al establecimiento forzando una puerta que da al patio, provocaron destrozos en el interior y sustrajeron pertenencias personales guardadas en los muebles de las docentes de las aulas del sector Dufau (Primer, Segundo y Tercer grado).
"Están vulnerando el derecho de los niños a aprender en un lugar sano y en condiciones", expresaron padres de alumnos, visiblemente afectados por la situación. La comunidad viene reclamando insistentemente a las autoridades, tanto municipales como del Consejo Escolar, por medidas de seguridad concretas.
Entre los pedidos figuran una mejor iluminación en los alrededores, la instalación de cámaras de seguridad (señalando la traba de que el Consejo Escolar no permitiría ponerlas en el patio), el cerramiento del predio con un muro en lugar del alambrado actual que es fácilmente vulnerado, y el retiro de un viejo vagón de tren abandonado en el predio –donde antiguamente funcionó la escuela– que hoy es señalado como "aguantadero" y foco de inseguridad. "De todos no tuvimos respuesta", lamentaron.
Alarma insuficiente
Si bien tras los robos anteriores se avanzó con la instalación de un sistema de alarma por parte del Consejo Escolar, esta medida no fue suficiente. Según informaron los padres, debido a las dimensiones del edificio, "no llegaron a hacer el cableado de las puertas". Aunque el sistema interior habría sonado, limitando el accionar de los intrusos a unas pocas aulas, no evitó el ingreso ni los destrozos.
La comunidad reiteró su impotencia: "Esta es una escuela de barrio que no tiene nada. Lo poco que se junta de plata de cooperadora, de las rifas, es para los chicos", habían manifestado tras los hechos de marzo, agregando que "roban y hacen destrozos. Lo que pasa es que ya estamos cansados".