El Ejecutivo aseguró que los testeos son tarea esencial en la emergencia sanitaria
El presidente del Sistema Integrado de Salud Pública, Gastón Morando, aseguró que la respuesta al ofrecimiento realizada con un paro complica las negociaciones, pero que la apuesta es al diálogo. Por su parte, la delegación del Ministerio de Trabajo bonaerense citó para mañana a las partes a una audiencia.
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Al cumplirse ayer con la primera jornada de paro de actividades, el Sistema Integrado de Salud Pública salió nuevamente a cuestionar la decisión adoptada con el respaldo del Sindicato de Municipales, pidió que se levente la medida y retomar el camino del diálogo para encontrar una salida al reclamo que se inició semanas atrás.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn paralelo, el Municipio publicó una solicitada en la que rechazó la postura y expuso a la comunidad las razones que llevaron a este escenario. Bajo el título “en medio de la pandemia no podemos cambiar las reglas de juego”, el Gobierno comunal sostuvo que es “imposible” reducir la jornada laboral en la totalidad de los sectores “sin afectar la atención de los vecinos”, además del “impacto fiscal” que implicaría la designación de 71 nuevos cargos estimados para avanzar en esta decisión.
Argumentó que “no existen antecedentes” de un sistema de reducción horaria de este tipo en ningún sistema de salud de la reunión y que “no es razonable pensar en un cambio en las reglas de funcionamiento en medio de una pandemia”, a la vez que ratificó que “la insalubridad de las tareas sólo puede ser determinada por el Ministerio de Trabajo y no por el Municipio.
Por otro lado, en defensa del planteo, la administración comunal aseguró que “hemos reforzado la atención y las condiciones de trabajo del personal” durante la pandemia, y citó la incorporación de 78 nuevos puestos, a la vez que reconoció que “podemos avanzar hacia la reducción gradual de los regímenes horarios para los distintos agrupamientos”.
También se respaldó en la propuesta de incrementar en un 20 por ciento adicional la distribución que se realiza cada mes por el cobro de obras sociales y prepagas mientras dure la emergencia sanitaria, y continuar el diálogo y la búsqueda de consensos sin medidas de fuerza.
En medio de este conflicto, y sin un acercamiento entre las partes involucradas, la delegación regional del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires intervino y citó de oficio al Ejecutivo y al Sindicato de Trabajadores Municipales de Tandil a una audiencia para mañana a las 10.
“Muy inconveniente”
En diálogo con el ciclo radial “Cosas que pasan” (104.1 Tandil FM), el presidente del Sistema Integrado de Salud Pública, Gastón Morando, abordó el impacto que tuvo la medida de fuerza en la atención de los ciudadanos y el conflicto que se desató por la demanda de la reducción de la jornada laboral en todas las áreas.
“Vemos muy inconveniente que se desarrolle una medida de fuerza en un contexto de emergencia sanitaria cuando el diálogo está abierto”, sentenció el funcionario, que cuestionó que no es beneficioso “para nadie, y en particular, para la ciudad, que a la presentación de una propuesta, la contestación sea con una medida de fuerza”.
En esa línea, consideró que la decisión complica las negociaciones y precisó que “realizamos una propuesta, bien fundamentada, con un análisis que se hizo entre las dos partes” respecto a la reducción horaria. “Consideramos que eso podría haber continuado en una mesa de diálogo con una contrapropuesta. En un contexto de conflicto, en una emergencia, no es conveniente para nadie”, insistió.
Un servicio esencial
A propósito de esta circunstancia, Morando cuestionó la decisión de no realizar la toma de muestras a pacientes que presenten síntomas compatibles al coronavirus que se realiza en las salitas y en el centro de demanda espontánea que funciona en el Hospital Municipal “Ramón Santamarina”.
“Los hisopados son tarea esencial en el concepto de la emergencia sanitaria”, aseguró e indicó que la tarea “finalmente la está haciendo el jefe del departamento de enfermería (Claudio Vulcano)”, y que “es algo incorrecto porque la tarea es esencial, no debería haber restricciones en ese tema”.
Y objetó: “Si la gente deja de contar con diagnóstico en un contexto de pandemia, si esto no es esencial, qué sería”.
En tanto, Morando reconoció “algunas dificultades” en la atención de pacientes, aunque dependía del sector.
En relación al acatamiento, estimó que podría ubicarse entre un 40 y un 45 por ciento, y enfocó la mayor adhesión en los centros de salud de los barrios, en la Dirección de Bromatología y Zoonosis, mientras que en el caso del personal profesional, “prácticamente no hubo acatamiento en los hospitales” y “bajo” en Salud Mental.
En agrupamientos como enfermería, dijo que hubo una parte que adhirió y otra que continuó con las tareas por formar parte de un servicio esencial.