“Profundamente convencido” que Tandil&nbsp;tiene para “mucho más”, el precandidato a intendente de Unión por la Patria, Rogelio Iparraguirre, dio muestras de la madurez política que distingue esta segunda experiencia electoral, del cambio de enfoque y la oportunidad que presenta el momento actual. “Es ahora”, soltó haciendo gala del slogan que atravesó la campaña.El actual diputado nacional destacó los “logros” y las “transformaciones” que impulsó Miguel Lunghi, “particularmente” en las primeras tres gestiones de Gobierno, y se paró sobre ellos para considerarlos como un “capital que le pertenece al conjunto de los tandilenses” que debe cuidarse y defenderse “para ir por lo que falta”.Sobre el final de la campaña electoral, y a una semana de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, pidió a los vecinos que “se animen a comprender que el fin del ciclo político de una persona no es el fin de la ciudad que imaginan y quieren”.La invitación que propone es a comprender que “el fin de Lunghi al frente de la gestión municipal no es en sí mismo una amenaza a aquello que valoramos positivamente de Tandil”.“La ciudad tiene todo para ser una ciudad integrada, que ordene y armonice su crecimiento, que incluya y brinde más oportunidades”, y volvió a enfocarse en las circunstancias actuales al expresar que, “por la comprensión que tenemos del momento histórico y las oportunidades que atraviesa la ciudad, es ahora que hay que producir un cambio, perderle el miedo al cambio, que lo que se hizo bien tiene que ser patrimonio del conjunto de los tandilenses e ir por aquello que una gestión de 20 años, cansada, no va a ser capaz de brindarle a los vecinos”.<h4>El candidato</h4>Martes por la noche. En una jornada que coincidió con una actividad en la sede del Partido Justicialista, Iparraguirre llegó a&nbsp;El Eco Multimedios solo, tal vez un detalle extraño para un político en campaña.De saco, camisa sin corbata y jean, el joven dirigente mantuvo una extensa entrevista con este Diario tras una participación en el noticiero de Eco TV. “Me escapé de la charla, estaba lleno el PJ”, confesó para romper el hielo. La referencia fue al encuentro que encabezó Julia Strada sobre “los desafíos económicos de la Argentina que viene”.Con una militancia que comenzó de joven, se lanzó a la carrera electoral en su ciudad y pasó por el Concejo Deliberante, se midió en las ejecutivas de 2019 y en 2021 llegó al Congreso de la Nación.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2023/08/iparraguirre_rogelio_1.JPG" alt="Iparraguirre Rogelio - 2"></figure>Defendió su elección por esta vocación y puso en valor la honestidad, a la vez que escapó con argumentos de aquellos señalamientos que juzgan la experiencia de un dirigente por su paso por la actividad privada.“Lo que es un defecto es querer disfrazar que trabajar en el sector privado es por sí mismo es un valor y en el sector público es un desvalor”, achacó y para sostener el punto agregó: “¿Por qué denostamos a los funcionarios públicos que tienen capacidad, vocación y que entregan su vida a eso?”.Iparraguirre vuelve a medirse en las urnas, pero con otro enfoque. “Hasta el 2019, estuvimos discutiendo con la política. Del 2019 pasamos a dialogar con la sociedad. Son dos cambios: de discutir a dialogar, y de hacerlo con la política a hacerlo con la sociedad”, sostuvo.<h3>El devenir de la campaña &nbsp;</h3>En diálogo con El Eco de Tandil, Iparraguirre calificó la campaña como una experiencia “muy grata”, en especial en cuanto al trato con los vecinos, de quienes recoge su “cariño, calidez” y, sobre todo, “respeto”, incluso de aquellos que “sabemos que no nos van a votar”.Atribuyó esa consideración de los tandilenses hacia su figura en relación al trabajo por Tandil, que se convirtió en una especie de sello. En definitiva, el “haber refrendado en la acción aquello que había dicho en la palabra”, sostuvo.Parado sobre los resultados de los proyectos gestionados para la ciudad, confesó gratitud al recibir el “respeto del conjunto de mis vecinos” hacia quien dijo que “iba a hacer una cosa y la hizo”.Al asumir su banca el 10 de diciembre de 2021 selló su compromiso de cumplir con las responsabilidades en el Congreso, pero además “aprovechar al máximo la oportunidad de trabajar por Tandil”.&nbsp;<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2023/08/iparraguirre_rogelio.JPG" alt="Iparraguirre Rogelio - 1"></figure>“Y eso lo que vinimos haciendo desde que aflojó la pandemia y en el último año y medio desde que llegué a la Cámara de Diputados”, defendió.El trabajo con la gestión y la grietaEl trabajo es con la gestión comunal. A pesar de las críticas, que recibió incluso de “sectores del peronismo”, defendió el posicionamiento político. “Tandil tiene un intendente y es a quien votó una mayoría circunstancial de vecinos. Entonces, con quién voy a trabajar si no es con el Intendente”, enfatizó.Desde allí, un enfoque de trabajo con el equipo de Gobierno, a pesar de los “sinsabores” en cuanto a cierta actitud “mezquina” de “algunos funcionarios de primera línea”, que consideraron que “me ‘beneficiaba’” esta asociación y comenzaron “a pararse arriba de las carpetas, de los proyectos y a demorar el envío de papeles”.“Me propuse en mi ciudad demostrar que es posible saltar la grieta” y que “una cosa son las diferencias políticas” y otra es la “enfermedad social de la grieta, que nos vuelve intolerantes e incapaces de trabajar con el otro”.<h3>“Comprensión y madurez política”</h3>-Si uno compara la campaña de 2019 con esta, parece que hay un cambio de estrategia en la relación con la gestión-Sí, efectivamente. No sólo un cambio de estrategia. Lo que hay es comprensión y madurez política. En 2019 hicimos una elección que, para el peronismo, que no gana una elección desde 1987, fue histórica porque logramos 40 puntos. Festejamos, pero no ganamos. Y nosotros queremos gobernar Tandil desde la convicción de que se pueden hacer las cosas aún mucho mejor. Entonces, no me voy a enemistar con ese 60 por ciento de los tandilenses que no me acompañó en esa elección, quedarme en mi casa haciendo puchero o con rencor. Lo que tengo que hacer es ser mejor. Tengo cuatro años para estudiar, trabajar y prepararme más y es lo que he hecho. Eso implica bajar los decibeles de la cuestión político partidaria, comprender que las ideologías no son todo y que tengo que poder trabajar con el que piensa distinto y establecer vínculos con la totalidad de los sectores productivos de la ciudad. Hay en mí, porque tiene que haberla en la dirigencia política en general, una madurez de visión y comprensión que después tiene que tener carnadura en los hechos.-Se habla mucho del modelo de ciudad, de un crecimiento que no tiene techo, ¿cuál es su mirada al respecto?-El crecimiento es un hecho y lo celebramos. Pero hay que ordenarlo e igualar oportunidades. Tandil está en un proceso de fractura social muy importante y estamos empezando a ver el principal capital histórico de la ciudad que es la integración de su comunidad. No hay que dejar de crecer, pero hay que hacerlo de manera armonizada, planificada, y eso se hace con una visión del modelo de ciudad y con el trabajo de un equipo que tenga ganas. Y eso es lo más evidente que se ha perdido en el último tiempo en el equipo de Gobierno, por eso hablan de Miguel en la campaña y muestran las manos de esa misma persona. Lo que Tandil tiene que hacer ya es ponerse en manos de ese enorme tejido espectacular que es su sociedad.-Si eventualmente llegara a la intendencia, ¿cuáles serían las cosas que mantendría de la gestión?-Lo primero que hago es ir a sentarme con Lunghi. No sólo después de las elecciones, sino aun asumiendo. Saber rescatar y poner en valor las cosas que están bien. Si no vivimos de banquina en banquina, en esto que viene un gobierno, deshace lo que hizo el anterior, después otro hace lo mismo. Creo que la recuperación del espacio verde público es un signo distintivo, que hace y mucho a la calidad de vida de los vecinos. Ahora bien, la distribución del espacio verde público de calidad es obscenamente injusta y despareja y habla de la ciudad fragmentada y desintegrada. No hay lugares de calidad del otro lado de la Ruta y al norte de la vía. Saber poner eso en valor, pero con una mirada integradora. La otra es la administración de los recursos. Nos llama la atención el sistema público de salud porque vemos que es la primera vez que el Gobierno, que ha sido muy prolijo y eficiente en la administración de los recursos, está haciendo un agujero financiero en el esquema sanitario, que es enteramente municipal e insostenible y lo vienen advirtiendo hace mucho los que saben. La dimensión económica y financiera de la gestión es exitosa, y no es poca cosa. Ese es otro capital a cuidar. La honestidad en la gestión pública. Tener un intendente que en 20 años no tenga de qué se lo acuse en materia de administración de los recursos públicos es un valor muy importante. Si el costo que tengo que pagar por decir lo que pienso es no ganar una elección no me importa. Hay cosas que no estoy dispuesto a negociar en mi vida, valores como la honestidad intelectual son constitutivos de mi persona. No quiero tener que pasar una sola vez por una calle donde tenga que bajar la mirada a alguien.<h2>Los ejes de la campaña: vivienda, producción y salud</h2>La estrategia de Unión por la Patria apuntó a definir la plataforma de propuestas sobre la base de tres ejes principales: vivienda, producción y salud.El primer punto lo abordó desde la perspectiva en la que las gestiones locales “pueden hacer la diferencia”. Para Iparraguirre, el acceso al suelo y a la vivienda, junto con el sostenimiento de los alquileres, son el “principal problema socioeconómico” de Tandil.En simultáneo al ritmo de crecimiento, observó que la ciudad experimenta un “proceso de revalorización inmobiliaria continuo” que “encontró al Estado municipal sentado en platea preferencial, cruzado de brazos”. Desde su perspectiva, la comuna es un “actor clave” para “ordenar, armonizar, equilibrar y hacer más justo este proceso”.Para demostrar que en la ciudad este rol del Gobierno local “no lo tuvimos”, citó experiencias de otros distritos bonaerenses y del país, especialmente el caso de Rauch, donde el intendente radical de Juntos por el Cambio, Roberto Suescún, que está concluyendo su segundo mandato en una ciudad “más chica de Tandil”, produjo “siete veces más suelo urbano que Miguel Lunghi en 20 años”.Entonces, “es la muestra más clara que, cuando se quiere, se puede. No hay que ser ningún genio ni ponerse muy creativo porque los instrumentos existen”, sentenció, entre los que puntualizó la Ley de Acceso Justo al Hábitat y el Plan de Ordenamiento Territorial (PDT), que prevé instrumentos para planificar la expansión de la ciudad.“El crecimiento parece que por sí solo es una buena noticia”, alertó. Y si bien lo celebró, planteó que debe estar acompañado. “Tenemos una gestión local que no comprende el momento y el espacio que estamos atravesando, no tiene cabal dimensión de la situación y cree que su único rol es dejarse encandilar por las luces del crecimiento y aplaudirlo”, achacó.En contraposición, formuló una idea basada en un Estado con participación “inteligente, eficiente, ágil y abierta”.En definitiva, apuntó que una de las aristas “más dolorosas” de ese proceso es el déficit habitacional. En ese sentido, y “salvando las distancias” conceptuales, cuestionó el enfoque de los “cien Tandiles” si se considera que “tenemos el peor déficit habitacional de la provincia y el quinto del país”.Equilibrio productivoEl segundo de los ejes tiene propuestas para “volver a equilibrar” la matriz productiva tandilense, sabiendo que “tenemos todo y aún más”, para que mantenga su perfil diverso y “no siga virando paulatinamente hacia los servicios”.Con una economía diversificada, que posiciona a la ciudad con una ventaja comparativa en relación a otros distritos, para el precandidato a intendente se deben concentrar todos los esfuerzos en impulsar a la industria.El sector es altamente generador de empleo, cualificado y con buenos salarios. “La industria tiene una diferencia muy importante con el sector de los servicios”, comparó.A excepción del software, que emplea a 2.500 personas en la ciudad, el entramado de los servicios tiene “salarios bajos”, con “poco nivel de registración” y muchas veces vinculados a la estacionalidad.En esa línea, también hizo alusión al arduo trabajo impulsado para regularizar la situación dominial del Parque Industrial luego de más de dos décadas: El 48 por ciento de las parcelas no tenía escrituras y eso “dificultó la radicación de nuevas empresas por la imposibilidad de acceder al financiamiento productivo”.En el Gobierno “habían dejado de intentarlo” y, en 15 meses, con el titular de Arba, Cristian Girard, el ministro de Economía, Pablo López y con su par de Producción, Augusto Costa, “resolvimos lo que decían que era imposible”.La propuesta de un segundo Parque Industrial será clave para llevar adelante este enfoque, proyecto que ya está diseñado y con el espacio definido para su ejecución.Regionalización por serviciosTras reconocer las transformaciones positivas del Gobierno comunal en materia de salud, aseguró que el sistema sanitario público se encuentra en una “situación crítica” y enumeró que “no hay hematólogo, endocrinólogo”, hay un solo psiquiatra, “seis guardias sin cubrir, destrato y abandono de la carrera profesional y a los profesionales”.Pese a las advertencias, Iparraguirre ratificó que debe replantearse el sistema de salud enteramente municipal.La propuesta de Unión por la Patria será “regionalizar” de manera “paulatina” y “por servicios” el esquema sanitario público junto con la Provincia, lo cual significa “compaginar las necesidades críticas con las capacidades y eficiencias que pueda brindar Tandil para que exista coincidencia”.&nbsp;De este modo, para el precandidato a la intendencia se quita presión financiera al sistema de salud local “para poder volcar esos recursos que se ahorran de ese servicio que se regionaliza de manera inteligente y consensuada con la Provincia, en completar la planta profesional, recuperar la carrera médico hospitalaria, mejorar la atención primaria de la salud”.

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“El fin del ciclo político de una persona no es el fin de la ciudad que quieren”

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