Tras las desvinculaciones, presentaron al Concejo un proyecto para la creación de la Guardia Urbana
Fue durante la sesión que se celebró ayer. El espacio nació en plena pandemia para las tareas de prevención y acompañamiento y en abril pasado sus integrantes fueron desvinculados. Ahora, apuestan por la reactivación para que retome las tareas. Además, los concejales aprobaron varios temas en un encuentro sin debate y breve.
En el marco de una nueva sesión ordinaria, a través de la Banca 21 del Concejo Deliberante presentaron un proyecto de ordenanza para la creación formal de una Guardia Urbana dentro de la estructura municipal con el objetivo de retomar la presencia en la ciudad con tareas vinculadas a la prevención del delito, faltas, contravenciones en todas sus formas y el control del tránsito.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa exposición desde la banca ciudadana fue realizada por Federico Urrutia, un exintegrante del cuerpo que se creó en 2020 en plena pandemia para contribuir con las medidas impulsadas para la contener la propagación del Covid-19.
Esta vez, la apuesta es por formalizar el espacio que se desactivó hace un mes a partir de la desvinculación de los 30 agentes que prestaron funciones durante dos años.
“Tandil necesita una Guardia Urbana”. Así lo planteó Urrutia en su presentación ante los concejales en el recinto de sesiones, en la que expuso las razones por las cuales planteó la propuesta en conjunto con sus excompañeros.
El texto de la ordenanza propuesta establece la creación de la Guardia Urbana Municipal, que dependerá del área de seguridad que el Ejecutivo disponga, y que sus funciones se cumplirán en colaboración y coordinación con la Policía Comunal de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires.
Según el artículo segundo, el espacio tendrá como uno de sus principales objetivos “consolidar la presencia del Municipio en los espacios de dominio público, promoviendo mejores condiciones de seguridad y convivencia a través del cumplimiento de usos sociales y normas establecidas”.
Vale indicar que el plantel fue creado hace dos años, a comienzos del aislamiento obligatorio, para efectuar tareas de control en principio por 30 días, pero después extendieron su labor a tres meses y siguieron prestando servicios. Pasada la pandemia, los miembros del grupo fueron distribuidos en diferentes dependencias comunales para cumplir con tareas de cuidado y apoyo.
Desde la Banca 21
Con presencia de excompañeros en la barra posterior del recinto, en primer lugar, Urrutia se enfocó en los dos años de trabajo que tuvo la guardia urbana al referirse a la convocatoria por parte de la Secretaría de Protección Ciudadana del Municipio para participar y “dar apoyo” ante las distintas demandas durante la pandemia.
En los momentos más complejos, con pico de contagios y en plena vigencia de las medidas de aislamiento, “muchos de nosotros tuvimos que salir a ayudar al ciudadano”.
En el desarrollo de las tareas, “nos encontramos con la enfermedad cara a cara; nosotros también teníamos miedo de llevar el contagio a nuestros hogares, pero fuimos encontrando en apoyo de la ciudad”.
“Los días pasaron y cada vez nos involucramos en distintas tareas, ya que no era solamente el uso del barbijo y del distanciamiento”, dijo y citó casos en los que llegaron a colaborar con turistas para resolver sus consultas. “Los agentes de guardia urbana caminábamos el centro de la cuidad y nos encontrábamos con episodios de accidentes viales, problemáticas de tránsito y delitos”, describió.
Ante la irrupción de la segunda ola de contagios, volvieron a enfocar las acciones vinculadas a las medidas de prevención, por lo que “estuvimos obligados a salir de la zona céntrica” para cubrir el centro de demanda espontánea de hisopados del Hospital Municipal “Ramón Santamarina”.
“El miedo otra vez tocó la puerta; estuvimos en la Iglesia Peniel, en el estacionamiento de Carrefour y hasta un grupo caminó las calles de la ciudad para controlar que las personas con diagnóstico positivo se encuentren en sus domicilios”, resaltó Urrutia.
Luego, con la situación normalizada, la Secretaría de Protección Ciudadana tomó la decisión de “sacar una parte del grupo” al considerar que “no era necesario contar con ellos”.
Poco después, en coincidencia con Semana Santa, crearon un nuevo plan de trabajo, con tareas que no tenían vinculación con la emergencia provocada por la pandemia. “Nos comunican que teníamos que estar en El Calvario con turnos nocturnos”, recordó y resaltó que “se diagramó un operativo de seguridad y prevención”.
Y defendió que los integrantes de la Guardia Urbana apuntaron a “ayudar a cuidar los espacios públicos, con el ordenamiento vehicular, en los barrios y plazas, a controlar la nocturnidad”, tal cual sucede en otras ciudades en la que el plantel desarrolla acciones como un espacio formal.
En ese sentido, desde la banca ciudadana, Urrutia valoró que los últimos dos años de experiencia sirvieron “muchísimo para saber a dónde apuntar y qué se necesita. Y Tandil necesita una Guardia Urbana”.
“No queremos quedarnos afuera, con el sabor amargo de haber hecho muchísimo y que quedemos en la nada”, reconoció e instó a que “nos escuchen, que pensemos en la ciudad” y a mirar las experiencias de otras localidades que cuentan con esquemas similares. “No nos abandonen. Somos un grupo que quiere trabajar y sumar a la ciudad”, cerró.
Más temas
Durante la sesión -que no tuvo debates ni cruces entre oficialismo y oposición- se aprobaron varios proyectos vinculados a temas de gestión, como la renovación de los contratos de locación de los inmuebles donde funcionan la Comisaría de la Mujer y la Familia y el Comando de Prevención de Patrulla Rural, además de obras para distintos barrios.
Además, y por unanimidad, los concejales dieron curso a una minuta de comunicación impulsada por el bloque Juntos para que se desarrollen acciones vinculadas a la concientización y difusión de la campaña Ni Una Menos. La propuesta apunta a incorporar información útil en las boletas de los impuestos municipales, entre otros soportes, para las mujeres víctimas de violencia de género.
En el último punto del orden del día, aprobaron por unanimidad un expediente que elevó la Secretaría de Economía y Administración referido a la reprogramación de la deuda que el Municipio mantiene con la Provincia, al igual que lo hicieron los demás municipios bonaerenses.
El pedido fue para autorizar la reprogramación de las deudas municipales generadas en el marco del Fondo Especial de Emergencia Sanitaria para la Contención Fiscal Municipal creado en 2020 por alrededor de 43 millones de pesos.
En ese sentido, la presidenta de la Comisión de Economía, María Haydeé Condino (Juntos) aclaró el camino que siguió el expediente, que ingresó el miércoles antes de la reunión de Labor Parlamentaria para que el Gobierno comunal solicite la “segunda reprogramación de esta devolución, que la hacen todos los municipios”.
Reclamo opositor
Sobre el final del encuentro legislativo, que se extendió por menos de una hora, el presidente del bloque Frente de Todos, Darío Méndez, aprovechó el tratamiento de un punto del orden del día para reclamar al Ejecutivo el cumplimiento del artículo tercero de la Ordenanza 13.826 de creación del Fondo Municipal Vial.
El punto establece que el Departamento Ejecutivo, antes del 31 de marzo del siguiente ejercicio fiscal anual, deberá elevar al Concejo Deliberante las obras a realizar durante ese año.
“Pasaron 40 días y estamos esperando que el Ejecutivo eleve el listado”, expresó desde su banca el concejal de la oposición.